Resumen de la semana:

Fui al taller literario de Espido Freire. Además de atractiva, se da el lujo de impresionar a su audiencia con su memoria y sus conocimientos literario.

Allí aprendí un par de trucos. El que más me ha gustado hasta ahora, por su pragmatismo, es usar un text-to-speech, como festival, para encontrar errores gramaticales y de puntuación de manera auditiva; además, permite saber si el texto mantiene un ritmo interno. Y otros más, que llevarán su tiempo explorar.

Vi la película de The help. Me gustó, a pesar de que el tufo, con que impregna Hollywood a sus productos, apesta demasiado.

El miércoles recité el poema de Espantapájaros I, de Oliverio Girondo. Sí, el puto fútbol fastidió mucho la velada, y me re-encabrona que semejante brutalidad tenga prioridad sobre todo el ámbito social. Pero bueno, paciencia.

Esa misma noche Andrés nos mostró el poema de We teach live, sir, de Rafeef Ziadah. Me impactó.

También encontré en reddit este blog post sobre Monterrey. Me parece sublime: articula muchísimas cosas que intuía, pero no sabía expresar. Pero no sólo describe al regiomontano, el mismo patrón se ve replicado en la mayoría de las urbes en México, a excepción, quizás, del D.F.

Por último, declaro finalizado el cuento de Delación fragmentada. Esa es su última versión. Vayamos por otro.