Ubik: la deconstrucción de la ciencia ficción burguesa

Traducción libre de http://www.depauw.edu/sfs/backissues/5/fitting5art.htm

Science Fiction Studies

Marzo, 1975

Ubik, de Philip K. Dick (1969) es, para este lector, uno de los más importantes trabajos de SF de los 60s, tanto por su deconstrucción y su huella de reconstrucción: desvela las maneras en las que la SF es usada con fines ideológicos, tanto en la ciencia como en la ficción, mientras que tentativamente mira hacia un futuro libre de dichas restricciones expuestas. En esta novela, Dick ha dinamitado y trascendido el género de SF y la "novela figurativa" de la cual es parte.

Dos criterios generales son los más comúnmente utilizados para cribar aquellos trabajos de SF que son merecedores de la atención de la crítica y pueden ser incluidos en una currícula universitaria. El primero refiere a las intenciones y contenidos científicos o filosóficos en condición de que es descrito como vulgarización científica o como un paradigma del método científico (extrapolación) que puede ser usado para explorar nuestros problemas contemporáneos; por ejemplo, la SF como literatura utópica. Un linaje académico puede otorgarse también en la base de un criterio formal, que involucra el descubrimiento de cualidades estéticas o literarias: atención al estilo, imágenes y metáforas, y el pergeñar del trabajo hacia el estatus de "Bellas Artes". Estos intentos de hacer la SF respetable a través de su ingreso a una larga tradición literaria, la despoja de sus cualidades específicas o genéricas. Por tanto, estos también desempeñan un papel importante en la preservación del status-quo literario y, en forma de corolario, el de sociedad, que es función de la universidad el apoyar. Pero tal apoyo de la crítica conformista no tiene sentido en lo mejor que hay dentro de la SF, y en particular, con la escritura de Philip K. Dick.

La escritura de Dick no se incluye fácilmente dentro de los límites académicos tradicionales, por que sus novelas son, en apariencia, escritas mal y descuidadamente, con caracterizaciones superficiales, argumentos confusos, y desviaciones similares de la "buena escritura". Esta aparente desatención a la escritura, junto una sobre-abundancia de los detalles y convenciones tradicionales de la SF le han ganado el abandono tanto de los proponentes de la "bellas artes" como los de la "Nueva Ola"; mientras que sus despatarrados y caóticos futuros cercanos y su total indiferencia por las virtudes tradicionales de la SF, como la racionalidad y la posibilidad futurológica, le han causado ser ignorado por los proponentes más tradicionales de la SF extrapolativa. Sin embargo, este artículo intentará explicar, con el ejemplo de Ubik, cómo la SF de Dick presenta un modelo de una forma más subversiva de escritura que socava, en lugar de confirmar, el sistema represivo en el cual se ha producido, y actúa como crítica de las presunciones ideológicas del género de SF y de la novela tradicional en general.

Como en sus otras obras de ficción, desde Ojo en el Cielo (1957) y Hombre en el castillo (1962), pasando por Los tres estigmas de Palmer Eldritch (1964) y Laberinto de muerte (1970), Ubik se centra en el "problema de la realidad", en los esfuerzos de un grupo de personas por asir una realidad elusiva, cambiante, a veces alucinatoria y con frecuencia hostil. La novela se divide de inmediato en dos partes. Los eventos que conducen a la explosión toman lugar principalmente en un único plano de realidad involucrando la rivalidad empresarial entre los agentes psi de Hollis Talents y los "inerciales" (anti-psis) de Runciter Associates. Luego, posterior a la explosión y la muerte de Runciter, la realidad comienza a perder su consistencia e integridad. Aunque Joe Chip y los otros inerciales logran transportar a Runciter al Moratorio de los Amados Hermanos, donde los muertos son preservados en una "semi-vida" (un estado entre "la vida y la sepultura" (§2) en el cual, el sujeto puede ser revivido para comunicarse con él, mientras una menguante "actividad encefálica" sea retenida). Los intentos por revivir a Runciter son fallidos y reemplazados por los propios intentos de los preocupados inerciales por entender lo que está ocurriendo con ellos. Enfrentados a una realidad, desintegradora y hostil, conjeturan que existen dos fuerzas en oposición: un "proceso de deterioro" en el cual su realidad envejece y se deteriora, y otra fuerza que contrarresta a la primera e involucra manifestaciones inexplicables del fallecido Runciter.

Sus intentos por comprender pueden ser vistos en las diferentes hipótesis que ellos desarrollan, y que ocupan gran parte de la novela: piensan que Runciter ha grabado sus mensajes con antelación a su muerte; que Runciter sigue vivo tratando de contactarlos a ellos en semi-vida; o que Pat (la esposa de Chip) es una agente de Hollis y que ha logrado atraparlos en una ilusión mental. Pero como Chip admite, no pueden dar congruencia a todo; finalmente, él se "encuentra" con Runciter, quien le asegura que ellos (no él) murieron en la explosión y que ahora están conectados juntos en semi-vida, y él está tratando de comunicarse con ellos. Y la conciencia compartida de los inerciales de que, Des Moines en 1939, es una construcción mental del chico Jory, quien se mantiene en semi-vida alimentándose con la vitalidad de otros individuos en semi-vida. Sin embargo, esta explicación final es modificada, cuando Chip, inadvertidamente, se reúne dentro de esta ilusión con una persona del futuro quien le repone su abastecimiento de Ubik, el "soporte a la realidad" que lo protege de Jory; y luego destruido cuando Runciter, al abandonar el Moratorio, descubre que todas sus monedas y billetes tiene el rostro de Joe Chip.

Desde la primera mención a la semi-vida (un fenómeno en el cual, de acuerdo a Runciter, "ha enloquecido a los teólogos") para la búsqueda de los inerciales por el significado de su existencia y su consciencia de las fuerzas de vida y muerte, la narrativa de Ubik juega continuamente con una dimensión metafísica. La semi-vida no se presenta como un futuro posible realista (es decir, la novela no explica cómo la semi-vida puede ser posible, tampoco explora los problemas morales éticos o científicos que suscita). Por tanto el lector puede comenzar a concebir a la semi-vida como una transposición ficticia del mundo de los fantasmas y los espíritus en una novela de SF, donde las explicaciones son provistas por afirmaciones pseudo-científicas en lugar de una referencia a lo sobrenatural. Dentro de este contexto tanto la búsqueda de significado como la eterna lucha entre las fuerzas de la vida y la muerte han tenido tradicionalmente un sentido metafísico. La búsqueda animaría al lector, en general, a esperar no sólo que hay algún significado discernible en la realidad, sino que este significado se oculta atrás de la realidad observable (teleología) y que el hombre, en algunas ocasiones, recibe mensajes del más allá sobre el significado de la realidad (revelación divina). Jory, la fuerza negativa del delirio y la muerte, es el demonio de una alegoría Maniquea, mientras que los Runciter son agentes de Ubik, la fuerza que preserva la vida, que es un claro análogo de Dios: por su mismo nombre (del Latín ubique, la raíz de ubicuidad, uno de los atributos del Dios Cristiano), por sus funciones y, más explícitamente, por el epígrafe del último capítulo que recuerda al Evangelio de San Juan "En el principio era el Verbo...":

Yo soy Ubik. Antes de que el universo existiera, yo existía. Yo hice los soles y los mundos. Yo creé las vidas y los espacios en los que habitan. Yo las cambio de lugar a mi antojo. Van donde yo dispongo y hacen lo que yo les ordeno. Yo soy el verbo, y mi nombre no puede ser pronunciado. Es el nombre que nadie conoce. Me llama Ubik, pero Ubik no es mi nombre. Soy. Seré siempre.

Aunque el problema de la realidad es por tanto, planteada en términos metafísicos, tales expectativas del lector son continuamente frustradas, y la metafísica es rechazada. Los personajes son incapaces de descubrir cualquier significado comprensible final, y Joe Chip se da cuenta, cuando conoce a Jory, que no hay nada tras la realidad: "Bien, ya sé cuál es una de las dos fuerzas en acción, recapituló. Jory es quien nos destruye; ya ha aniquilado al grupo entero, excepto a mi. Detrás de Jory no hay nada: todo termina en él" (§15). Y de nuevo, cuando conoce a Ella, el exclama "Usted es la otra fuerza. Jory nos destruye, y usted trata de ayudarnos. Detrás de usted no hay nadie, como tampoco hay nadie detrás de Jory. He llegado a los últimos entes que intervienen en todo esto" (§16).

Sin embargo, el descubrimiento de Joe Chip de los "últimos entes que intervienen" no es del tipo de causa primera o última. Jory y Ubik, aunque puedan ser vistos como representaciones alegóricas de Dios y el Diablo, son limitados, no obstante, de varias maneras cruciales, que debilitan esta alegoría; o mejor dicho, siguieren una crítica a estos conceptos idealistas de "Dios" o "el Diablo". De hecho, Jory sólo "acelera" el "enfriamiento normal" y la muerte, que es el "destino del universo" (§13). Tampoco Jory se considera malévolo: su propia semi-vida, le dice a Chip, depende de su habilidad para cazar seres en semi-vida débiles (§15), una dependencia que es muy similar al argumento "ecológico" de Joe Chip en defensa de Runciter Associates y de los anti-Psis "neutralizando" a los Psis: "[los anti-Psis son] una forma de vida que se nutre de presas como los psis, y los psis son una forma de vida que se nutre de los normales. Equilibrio, el círculo se cierra. Depredador y presa. Parece que es un sistema eterno y, francamente, no creo que se pueda mejorar" (§3).

En términos metafísicos, la cosa Ubik es también un análogo a la "gracia" cristiana, la asistencia divina dada al hombre para ayudarlo a través del terrenal valle de lágrimas, en el cual ha caído, hacia el más allá, donde será celestialmente recompensado. La búsqueda de Chip se convierte, en gran medida, en una búsqueda por Ubik (con la búsqueda de Perceval por el Santo Grial, símbolo de la gracia cristiana y la redención), el cual lo protegerá de las fuerzas de la maldad y la muerte (Jory). Sin embargo, el significado de Ubik como agente mediador o como señalización de la realidad metafísica es socavado de muchas formas críticas. Primero, protege a Chip manteniéndolo en una realidad ilusoria, mientras encubre la realidad "real"del Moratorio. De manera similar, las religiones cristianas establecidas han disimulado los problemas humanos y las injusticias de la realidad al afirmar que esta existencia no es sino la sombra y la preparación a una realidad ideal e inmaterial. Segundo, Ubik es desacralizado a través del uso irónico de epígrafes, lo cuales discutiré en un momento, y dentro de la narrativa misma. Como aprende Chip (§16), Ubik es una invención humana, una imagen de la lucha de la humanidad contra la entropía, en lugar de una imagen de ayuda o guía divina en esa lucha. Y la referencia final a Ubik en la narrativa es un comentario irónico sobre la intervención divina: después de que la atractiva chica, que se había materializado desde el futuro para traer a Joe Chip un bote de aerosol con Ubik, desapareciera, dejándole a la mitad de su intento por invitarla a cenar, descubrió un mensaje en el bote: "Creo que se llama Myra Laney. Encontrará su dirección y número de teléfono al dorso" (§16).

Un epígrafe en la forma de canción publicitaria abre cada capítulo de Ubik, excepto ese último capítulo con el epígrafe citado anteriormente, el cual puede, no obstante, ser leído como una súper-anuncio teológico, confirmando la extraña identificación de la novela entre religión y capitalismo consumista. Estos anuncios comerciales, que tienen poco o nada que ver con la narrativa, venden Ubik como la mejor cerveza, el mejor café instantáneo, el mejor champú...

Hoy toca hacer limpieza, amigos: estos son los descuentos con los que liquidamos nuestros silenciosos Ubiks eléctricos. Sí, tiramos la casa por la ventana. Y recuerden: todos nuestros Ubiks han sido usados exclusivamente de acuerdo con las instrucciones. (§1)

La mejor manera de pedir una cerveza es pedir Ubik. Elaborada con lúpulo rigurosamente seleccionado y agua de la más absoluta pureza, envejecida hasta alcanzar el sabor perfecto, número uno entre las cervezas de la nación. Elaborada exclusivamente en Cleveland. (§2)

Si los apuros monetarios le quitan el sueño, hágale una visita a la señorita de Ahorro y Crédito Ubik: le librará de las siempre molestas deudas. Por ejemplo, supongamos que usted toma en préstamo, a un interés limitado , cincuenta y nueve contacreds. Vamos a ver: en total... (§8)

Estos "mensajes comerciales" proveen una reafirmación de la descripción de valor de Marx, Ubik es una equivalente universal (la materialización del valor de cambio), que puede representar o reemplazar a cualquier otra mercancía; bajo el capitalismo todo tiene su precio; mientras que la presentación de Ubik a través de estos anuncios subraya la obligación del capitalismo para producir necesidades (valores de uso) en el consumidor.

Es más, los epígrafes, a no ser pertinentes con la narrativa (donde Ubik es una "soporte de la realidad" que viene en aerosol y no es mencionado sino hasta el capítulo 10), puede ser visto como una subversión adicional al concepto metafísico de representación. Un epígrafe, como título, se espera que sirva como comentario y/o sinopsis del contenido de un capítulo, como si el significado fuera contenido en la escritura y pudiera ser resumido en la manera en que las etiquetas nos dicen qué hay dentro de un bote en el supermercado. Epígrafes impertinentes u ocurrentes (o encabezados de capítulos como en Laberinto de muerte) son un etiquetado erróneo deliberado que viola el contrato comercial en los fundamentos de la novela tradicional.

Los epígrafes irónicamente inapropiados para cada capítulo son, por tanto, un preludio a una más compleja refutación de la teleología y la metafísica en Ubik, que depende del reconocimiento de las presuposiciones metafísicas de la forma novelesca en sí. La novela burguesa clásica ha sido descrita en la reciente teoría literaria francesa como una construcción metafísica en sí: tradicionalmente, la novela ha sido un medio de representación, y el concepto de representación implica que el texto es una reafirmación de algún significado preexistente. Esta postura reduce a la lectura en un mirar a través del texto el significado "real", ya sea si ese significado sea realidad empírica, el diseño consciente del autor, un sus intenciones inconscientes. Un sesgo tan trascendental valoriza el significado mientras reduce el significante a un medio; de este modo enmascara y mistifica al texto mismo, tanto en su materialidad (su textura) y en su producción (el acto de escribir), de la misma manera que, como Marx ha mostrado, el intercambio de valores efectúa un enmascaramiento y mistificación del valor de uso del objeto, así como del trabajo humano concreto invertido en él.

La "novela figurativa" tradicional funciona de esta manera como un apoyo ideológico al capitalismo: refuerza una concepción trascendental de la realidad que mistifica la realidad actual del modo de producción capitalista, así como la represión y alienación resultantes. Y aunque las historias de SF representan una realidad imaginaria, ha estado tradicionalmente preocupada por la representación de una "alternativa ficticia al entorno empírico del autor" que es usualmente consistente y regulado por leyes conocibles. Como en otras novelas, hay un significado discernible, comprensible, que conforma a la novela de SF. (Y esto es muy lejano a cualquier crítica que uno pueda hacer del "contenido"de la novela de SF tradicional). Pero para el lector de Ubik cualquier interpretación final y definitiva se le es negada. Al final de la novela el lector parece que finalmente ha alcanzado una explicación completa de los hechos, según la cual, Joe Chip y el resto están en semi-vida, mientras que Runciter está vivo, tratando de contactarlos. La usual satisfacción del lector al terminar la novela y volver hacia atrás para entender como encaja todo, deriva en la confirmación formal de su concepción de la realidad y, en el caso de Ubik, en su alivio de haber finalmente resuelto la inquietante tensión entre la realidad ficticia y la ilusión. Pero esta satisfacción es breve, tan pronto como Runciter abandona el Moratorio, descubre que las monedas y billetes de su bolsillo llevan la imagen de Joe Chip (como al inicio de la segunda parte de la novela, el dinero de Joe Chip y de los otros inerciales, lleva la imagen de Runciter); una indicación de que ésta realidad es también ilusoria. Y la novela concluye, tan pronto como Runciter mira incrédulo su dinero: "Aquello sólo era el comienzo": el comienzo de una serie sin fin de realidades ilusorias, pero para el lector atento, también el comienzo de un final a un número de ilusiones sobre la realidad y la novela. No hay una sola interpretación satisfactoria de Ubik, la mía incluida; y la respuesta tradicional del lector (el descubrimiento de esa interpretación) es frustrada. Sin embargo, la frustración fue planeada; este tipo de texto no es más una ventana abierta al significado trascendental, sino un espejo que refleja la mirada del lector, forzándolo a salir de sus hábitos de lectura familiares mientras atrae su atención al funcionamiento de la novela como una forma de manipulación.

Ubik no sólo es una deconstrucción de las ideologías metafísicas de las implicaciones de la metafísica formal de la novela burguesa clásica, sino también de lo que (en Solaris) Lem ha descrito como las presunciones antropomórficas de la ciencia la SF. La ciencia es expresamente desmitificada, primero que nada, por la inobservancia de la plausibilidad científica y por la sola descripción "científica" de un dispositivo tecnológico en la novela:

Un bote de aerosol de Ubik consiste eun un ionizador negativo portátil, con una unidad auto-contenida, de alto voltaje y baja intensidad, alimentado por una pila de helio de veinticinco kilovatios de ganancia máxima. Los iones negativos reciben un giro de sentido contrario a las agujas del reloj, que les imprime una cámara de aceleración de nuevo diseño, creadora de una fuerza centrípeta tal que las partículas ganan cohesión en vez de dispersarse. Un campo iónico negativo reduce la velocidad de los protofasones habitualmente presentes en la atmósfera. Al disminuir su velocidad dejan de ser protofasones y, según el principio de paridad, ya no pueden enlazarse con los protofasones irradiados por individuos conservados en friovainas, lo cual significa, al menos durante un cierto lapso de tiempo, un incremento de la intensidad del campo de actividad protofasónica... que es experimentado por el semivivo en forma de un aumento de la vitalidad y una atenuación de las sensaciones de frío, características de las temperaturas de hibernación. (§16)

Este pasaje parodia la jerga científica que es usada comúnmente para esconder la ignorancia en lugar de proveer información o conocimiento (intente leer un libro de texto sobre cáncer, por ejemplo, una "enfermedad" cuya ciencia puede "describir" sin entenderla).

Más importante aún, Ubik es una crítica de los modos a priori de percepción que componen el pensamiento científico, y sobre los cuales la ciencia a menudo afirma como principios empíricos objetivos. Dick emprende esta crítica del imperialismo científico y de la visión de túnel llevando el subjetivismo al extremo, recordándonos, como lo hizo tal vez más eficazmente en los clanes de la luna alfana o en "laberinto de muerte*, que la posición de un observador es una perspectiva extremadamente subjetiva como para deducir leyes universales; la "realidad" es una construcción mental que puede ser socavada en cualquier momento.

La escritura de Dick es etiquetada a menudo como esquizofrénica, pero es tiempo de reconocer que esto no es necesariamente una crítica, la esquizofrenia puede ser, en las palabras de R.D. Laing en La política de la experiencia, un "avance" más que una "avería". La escritura de Philip K. Dick es un ejemplo de tales avances, no sólo en el sentido de una deconstrucción de la novela de SF, sino también un abrirse paso entre los confines psicológicos y perceptuales impuestos por el capitalismo.

Para la represión del individuo bajo el capitalismo, va más allá de la obvia maquinaria económica y militar del imperialismo o del control policiaco interno, que Dick ha denunciado con frecuencia en sus cartas públicas y discursos. También funciona de una manera más sutil y peligrosa bajo el control y la dirección de nuestras formas de percepción y pensamiento, haciendo una realidad radicalmente diferente ya sea impensable u horriblemente monstruosa. La bien conocida película de SF, Planeta prohibido (1956), por ejemplo, es una presentación clásica del tema de los "monstruos del id", aquellas energías libidinosas, las cuales (desde la noción de "pecado original" hasta las teorías contemporáneas de la agresividad innata del hombre), nos han sido enseñadas para temer y desconfiar, las cuales la sociedad busca dominar y controlar, y las cuales son desatadas del inconsciente cada vez que la vigilancia de la consciencia del individuo se relaje. A diferencia de esta película que contiene una advertencia explícita contra la desatadura de estas fuerzas, "El viaje del Beagle Espacial", de van Vogt, revela una postura más ambigua hacia dicha represión. Lo notable sobre la novela de van Vogt (especialmente en vista de su filosofía política) no es tanto el viaje, el cual es a la vez un viaje de auto-descubrimiento y el tema familiar de SF sobre la necesidad de síntesis e integración de diferentes métodos científicos y disciplinas con el fin de superar los retos de un mundo cambiante, sin la narrativa de una serie de contactos entre humanos y criaturas espaciales hostiles. Como los monstruos de Planeta prohibido, estas criaturas son símbolos de lo crudo, irreprimible, energías libidinosas que amenazan el tejido y el funcionamiento fluido del capitalismo. No obstante, en su presentación de estos monstruos podemos detectar también un implícito (o ilícito) deseo por esas fuerza y poder que contradice el mensaje explícito de la novela de la ciencia conteniendo a esas amenazas. Durante cada confrontación en la novela de van Vogt, el lector mira por un tiempo por los ojos de los monstruos, sintiendo y percibiendo la realidad como un monstruo la experimenta. Esta identificación, aunque breve, provoca nuestra admiración y envidia. A un nivel más alto, este es el caso en el entendimiento rotundo de lo que sería ser un Loper en Ciudad de Simak, donde caso toda la población de la Tierra emigra a Júpiter cuando tiene la oportunidad de convertirse en tal monstruo.

La SF de Philip K. Dick se centra menos en el desatado actual de estas fuerzas (el uso de Dick de mundos paralelos, su exteriorización de realidades internas) o en la forma "real" que puedan tomar, que en atacar las formas de control que ya he discutido (las presuposiciones de la formas novela y ciencia). Aunque la solución metafísica es rechazada, aunque parece que no haya una respuesta final a la pregunta final de qué es la realidad, y aunque para Dick no haya una realidad única y final, hay poco pesimismo en los finales de la novelas de Dick cuando se comparan con el pesimismo simplista de la literatura actual de la desesperación. Aunque Ubik marca el fin de alguna de nuestras ilusiones, es esperanzadora en su rechazo a cerrar los conflictos con un manido final feliz o triste de la misma manera en como otra importante novela de SF de los 60s, La intersección de Einstein, de Delany. En el mundo post-cataclismo de Delany, extraños seres mutantes vagan por la Tierra, y hablan de un diferente e inescrutable futuro, pero hacia él avanzan deliberadamente, con esperanza y anhelo. Ubik, bajo la figura de Ella Runciter, también sostiene la promesa de una futuro diferente, inescrutable. Ella abandona la semi-vida por una "nueva matriz" para "renacer". Este renacimiento comienza con la disolución de la personalidad, como se puede ver en la descripción de Ella de entremezclarse y "crecer junto" a otras personalidades en semi-vida. Pero este renacimiento no se describe como reencarnación; no implica volverse algo específico, algo que ha sido diseñado o programado: en lugar es algo abierto hacia nuevas formas y nuevas posibilidades colectivas.

  1. Poesía en movimiento. Octavio Paz, et all. (10/14/2014 - 01/14/2015)
  2. Los condenados de la tierra. Frantz Fanon. (12/16/2014 - 01/15/2015)
  3. Tres mujeres. Sylvia Plath. (01/15/2015 - 01/18/2015)
  4. Ararat. Louise Glück (01/19/2015 - 02/15/2015)
  5. Celebración. Gonzalo Hermo (03/10/2015 - 03/21/2015)
  6. La Palabra de la Reforma en la República de las Letras. Ignacio Ramírez (01/19/2015 - 05/17/2015)
  7. Anti-Dühring o la revolución de la ciencia de Eugenio Dühring (introducción al estudio del socialismo). Federico Engels (01/19/2015 - 06/14/2015)
  8. Tintes del cielo. Natsume Sōseki. (06/14/2015 - 06/24/2015)
  9. A Clash of Kings. George R. R. Martin. (06/25/2015 - 07/23/2015)
  10. Que me queres, amor? Manuel Rivas (07/23/2015 - 07/28/2015)
  11. Ver en las tinieblas. Narrativa, ensayo, evocaciones. José Revueltas (07/29/2015 - 09/26/2015)
  12. Ubik. Philip K. Dick (09/26/2015 - 10/09/2015)