Creo que me apapaché en demasía este fin de semana: me compré un libro, me tomé un caramel macchiato y fui a dos funciones de cine. Las películas que vi fueron La tourneuse de pages y Prête-moi ta main. Ambas buenas películas. La segunda es una comedia romántica ligera, que bueno, ya conocen mi gusto culposo por las comedias románticas europeas. Y la primera es una fascinante historia de venganza, muy al estilo del Conde de Montecristo, pero en este caso los participes de la venganza son pobres y patéticos personajes, muy al contrario del gran Edmond Dantès: primero tenemos una niña obsesiva que había perfilado su futuro como pianista y como Cortés al quemar sus navíos, no dejó alternativa: ser pianista o ser nada. Fue la audición que la llevaría al conservatorio y dada la torpeza emocional de una de las jueces, una pianista famosa, la niña perdió concentración y su ejecución fue lamentable. La niña creció y entró a trabajar de secretaria en el despacho de un acaudalado abogado, que resultó ser el marido de la inoportuna juez. Todo es parte de un elaborado plan de la pianista frustrada para escarmentar en carne propia a quien le destrozó sus sueños. Por su lado la pianista profesional es un ser timorato, egoísta, frágil, quien dependía de su marido económicamente para solventar su estilo de vida, ya que su éxito como ejecutante estaba en plena decadencia, viéndose en la necesidad de mendigar presentaciones. ¿Qué persona, en su sano juicio, se obsesionará de tal manera por un objetivo en su vida, que destruirá toda alternativa, y si fracasa, culpará y odiará a quien crea causó su desgracia? ¿Qué persona, en su sano juicio, dependerá emocionalmente y económicamente de otras personas de manera tan absoluta, que su sola traición signifique su destrucción? Por lo demás, la tensión lésbica me pareció fenomenal, por no mencionar a la bella Déborah François, que simplemente me dejó babeando. Y hablando de homosexualidad, ¿sabían que la película de Top Gun simboliza la lucha del hombre contra su propia homosexualidad? De lo que uno se entera.