gnome-blog ha vuelto

Por cierta curiosidad he vuelto a abrir el gnome-blog, una pequeña aplicación de gnome para publicar entradas en blogs. Hacía mucho que me había dejado de funcionar y, ahora, casi por artes de nigromancia, ha vuelto a la vida. Una bonita sorpresa que me le regala gnome, gentoo y mi laptop.

Hoy me desperté con muchas intensiones, todas fracasadas: quise lavar mi ropa pero la lavandería estuvo cerrada; quise hacer despensa, pero no me puede organizar; quise comprar edredones, o algún calentador para dormir más a gusto, mismo resultado. ¿Qué hice entonces?

Leí a Borges. Todo mundo debería leer a Borges. Leer y disfrutar a Borges es, creo yo, tener, de manera previa, un cúmulo de cultura suficiente para llamarse un ciudadano del mundo.

Vi la película de What the #$*! Do We (K)now!? A pesar de las críticas (muy reveladoras, por cierto), sigo creyendo que es una película muy buena, así como su secuela.

Más tarde llegó Fausto y nos fuimos a comer. Después de varias vueltas terminamos en los tacos de mariscos. Temo que son más caros que buenos.

En la tarde fui a ver Children of Men. La vi por ser una obra de ciencia ficción que me recomendó Sandino, además de ser dirigida por Cuarón. Y la película me agradó; el final me complació.

A fin de cuentas, fue bueno despegarme un rato de la computadora.

Ahora, tengo que obligarles, queridos lectores, a leer la última entrada del blog de Serigo Alalegua. Esos encuentros, esas vivencias, esas experiencias que se clavan en la piel y le dan un pellizco al alma, son más valiosas que todos los baños que consciencia que nos provee el Teletón y demás fastuosos actos de fatua magnanimidad. Sí, tal vez no basta dar, sino hay que estar.