Hoy por la mañana, aprovechando que la mayoría de la gente estaba cruda y desvelada, recorrí el Paso de Santa Lucía, que por cierto el río pasa a un par de cuadras de mi departamento. En varias ocasiones había recorrido el tramo de Museo de Historia a Félix U. Gómez, y había sido testigo, para bien y para mal, de la construcción de paseo por ese tramo. Sin embargo nunca había recorrido de Félix U. Gómez a Cintermex, tramo que permaneció cerrado al público hasta la inauguración de ayer, quien por cierto, el encargado de inaugurarlo fue algo incierto, porque bien pudo ser el Presidente (espureo, dicen) de la República, o bien pudieron ser un par de "modelos", completamente ebrias que, de manera que aún no me explico, terminaron la madrugada del sábado con su camioneta dentro del canal.

En fin, el punto es que recorrí por la mañana lo que me faltaba por conocer y quedé gratamente sorprendido. Muy bonito. Honestamente me sentí como en alguna ciudad de primer mundo. Lástima por el sonido que insistían en poner y se escucha entrecortado y muy mal, sin mencionar la pésima música.

No obstante no podía dejar de pensar en un futuro distópico para esa obra urbanística: la imaginé seca, pintarrajeada, las fuentes derruidas, basura tirada, perros sarnosos husmeando, vagabundos dormitando. Ojalá no sea ese su fin. Ojalá los regios y los anexos podamos cuidar, conservar, respetar y exigir respeto a este bonito esfuerzo. Ojalá el gobierno no deje de asignarle fondos para su cuidado y mantenimiento. Les debo las fotos porque carezco de cámara, pero si googlean pueden encontrar algunas.