Alguna vez escuché que para medir realmente cuán rica es una persona, córtale todos sus fuentes de ingresos y mide el tiempo que puede vivir manteniendo su nivel de vida.

Y me parece que esta misma perspectiva puede ser aplicable a las naciones.

Hoy vemos con impotencia la tragedia de Haití. Sí, Haití estaba en la lista de alerta de los estados fallidos según la Fund for Peace. Sí, Haití, el territorio arrebatado primero por los españoles a los taínos, luego arrebatado por bucaneros franceses a la corona española, para que luego de la revolución francesa, declarara su independencia. El segundo país independiente del hemisferio occidental después de los Estados Unidos y la primer república formada por población mayoritariamente negra. Pero si los albores del siglo XIX parecían luminoso para esta pequeña nación, el resto se tornó en una pesadilla: Napoleón retomó el control de la isla, imponiendo de nuevo la esclavitud. Con la caída del emperador francés, Haití recobró su independencia aunque su antiguo amo impuso un embargo que sólo pudo subsanar con una fuerte multa, adquiriendo para ello una gran deuda con altos intereses, con el Reino Unido y los Estados Unidos.

Y así los grandes imperios colonizadores de la humanidad han puteado a este pedazo de isla hasta el hartazgo. Y así lo que pudo ser una nación brillante, se convirtió en una nación feral: Siguieron una serie de sátrapas, para luego ser invadida de nuevo, pero ahora por los Estados Unidos, que al marcharse dio a luz a uno de los regímenes autoritarios más represivos y corruptos de la era actual: Papa Doc.

Sí, Haití es un estado fallido ante los ojos asépticos del primer mundo.

Pero la naturaleza no entiende de estados fallidos, ni sabe de pobreza, ni de ignorancia, ella sólo sigue su curso. Y cualquier catástrofe natural acaecido en un estado inestable causará estragos. En este lamentable caso, la destrucción total del estado, del país. El usufructo de la naturaleza es la única fuente de ingresos del ser humano, si esta irrumpe su caudal habitual, ahí es donde la verdadera riqueza de la sociedad saldrá a la luz. Que en este caso es nula.

Pero ya llegaron los US Marines, los antiguos amos del país, y la población lo celebra. Francia se queja ¿querrá sus antiguas prebendas?. ¿Reino Unido querrá ofrecer un préstamo? Por lo pronto he apaciguado a mi consciencia cristiana-burguesa con una donación.