Este fin de semana fue maratónico. Es de esas cosas que haces una sola vez en la vida: fui a la boda de Gwendy y Sergio. Asistir a una boda no tiene mucho de espectacular, pero sí lo tiene mi viaje: de Monterrey a Cuernavaca en avión, luego de Cuernavaca a Puebla en camión, de Puebla a Martinez de la Torre, Veracruz, en camión y de Martínez de la Torre a la Costa Esmeralda en colectivo. Haciendo un total de 12 horas de camino (salí a las 5 de la mañana y llegué a las 5 de la tarde) para estar en la boda otras 12 horas, y ocupar 12 más para la vuelta, para regresar el lunes a la oficina a trabajar. Acabo de sacar las cuentas y sí, se me fue un muy buen varo en este chiste. ¿Valió la pena? Sí... y valió porque es de esas cosas que sólo harás una vez en la vida.

Bailé, me alcoholicé, platiqué, comí, vi, conocí, como hacía mucho tiempo no lo hacía. La brutalidad de la peda fue tal, que al día siguiente encontré mis calzoncillos a mitad del pasillo del primer piso (mi habitación estaba en el segundo) y no tengo ni la más remota idea de cómo llegaron ahí.

Se me quedó en el tintero quedarme en Puebla para ver al nuevo robot del INAOE.

En cuanto al trabajo: todo lo tengo atrasado. Hubo junta en la mañana, a la que no pude llegar, y resultó que el jefazo estuvo presente y notó mi ausencia.

Hoy quise intentar hacer el intercambio de búfers en una sola función, sin multihilos, utilizando el try_pop, y sí, se puede, pero consume muchos ciclos de CPU en el ciclo, cosa que con el lock/unlock, en multihilos, se elimina.

Documentar, documentar y documentar....