¿vacaciones?

El miércoles pasado regresé a Cuernavaca con la seria intención de trabajar en mi proyecto de tesis, pero también mi hermano Ricardo vino a la ciudad de la eterna primavera con intenciones totalmente opuestas: recorrer los alrededores.

Así que el primer día fuimos a Tepoztlán. Un cerro endemoniado de subir (1 hora hicimos), una bonita vista, un pequeño basamento piramidal, gente de todos lados (suecas, japoneses, italianos y chilangos). Terminamos agotados, y la idea era ir a Taxco al día siguiente, pero el cansancio nos venció al levantarnos ya muy tarde. Así que decidimos recorrer la ciudad: El jardín Borda, el Palacio de Cortés, la Catedral, la plazuela del zacate y un paseo por una barranca, además de una opípara comida en el Marco Polo, fue tour realizado.

Ese día sí regresamos temprano y pude avanzar un poco en el trabajo que originalmente había propuesto.

Pero hoy finalmente fuimos a Taxco. Es parecido a Guanajuato, pero su Catedral churrigeresca no tiene igual. El cansancio nos venció rápido y terminamos en un bar frente a Catedral. El regreso fue todo un viacrucis de semana santa, ya que nos agarró en el camino el éxodo de los chilangos que regresaban de Acapulco. Tres horas en un camino de una y media.

El sopor de la cerveza me hace pensar cosas raras.