29 August, 3:44pm

Después de ver un par de películas bien chidas (Joseph Gordon-Levitt cada día me gusta más como actor, y Branka Katic se ha robado mi corazón... ¡las eslavas serán mi perdición!), me fui a repasar los puestos de la feria del libro de ocasión. Los libros de segunda mano, ajados y con dedicatorias desdeñadas, me evocan muchas más emociones que las prístinas ediciones de recién manufactura.

Un libro manoseado por anónimos lectores promete mejor compañía por las noches, que un libro cuyo celofán hay que arrancar y tirar.

Compré sólo uno. Me tuve que contener. Pero al ver un libraco de Nikolai Gogol a dos euracos, no hubo virtud que me defendiera de semejante tentación. Hacía mucho tiempo que Gogol estaba en mi lista de autores por leer. Y pues ahora está ya en mi cola de libros por leer, que no son muchos, pero debo hacer un esfuerzo por mantenerlo limitado.

Ayer sábado me levanté hasta las tantas del mediodía, lo que me dejó zombi para el resto de la jornada. La causa de esto fue que llegué hasta las cuatro y media de la mañana a casa debido al concierto en Santiago.

Nos fuimos en coche H., G., J., y yo. Allá, en Santiago, nos encontramos con R.. J. regresaba el día siguiente a Cerdeña y H. y G. habían quedado en acompañarlo hasta la hora de su vuelo. Yo aproveché la vuelta de R. a Coruña, quien tuvo que sufrirme como copiloto, ya que me quedé dormido varias veces a mitad de alguna conversación.

La razón de ir a Santiago de Compostela fue el festival Xacobeo 10. Bueno, en realidad mi motivación era únicamente ver a Muse. Pero ni Jonsi ni Pet Shop Boys me decepcionaron, ¡todo lo contrario! Sí, el espectáculo de Muse es soberbio, grité a voz en cuello sus canciones, me emocioné con los guitarrazos de Mat Bellamy; pero el despliegue en el escenario por parte del dueto de Pet Shop Boys era realmente una delicia. Cómo bien tweeteó A.: "... the show was very funny and well done, with lots of "pixels" dancing on stage...". Los píxeles eran cajas blancas coloreadas con proyectores láser, dónde los bailarines movían las cajas para formar nuevas y diferentes escenografías. Y bueno, Jonsí, me encantó su voz y su música. Buen festival, lo disfruté.

Monte do Gozo

El jueves anterior me encontré con B. y C. en los jardines de Mendez Nuñez para el festival interurbano de música. El objetivo era ver a Triángulo de Amor Bizarro, pero alcancé a escuchar un poco de Bastards on Parade, que aunque a mi compañía no le gustó nada, a mi sí me dieron un buen regusto. Y bueno, el Triángulo, que tienen ese toque decadente y deprimente que siempre me termina seduciendo.