31 December, 6:14pm
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Víctor JáquezEl recuento del año
Todos los noticieros y sistemas informativos tienen, al cierre del año, su resumen y balance. Este espacio no se quedará sin el propio. Es importante evaluar los resultados de un periodo de tiempo convencionalmente representativo.
Hechos importantes durante el año:
Regreso de Cuernavaca. Terminar un camino y para para tomar otro es muy difícil, sobre todo si ese camino fue hermoso, gratificante, aleccionador, lleno de gente y vivencias plenas. Es por esta situación que gran parte del año la viví en zozobras y desconciertos.
Tomé el trabajo en Irapuato en Ipsobox. Aunque a primera vista luzca lo contrario, no me arrepiento de haber tomado este empleo, simplemente ahí comprendí lo que ya no quería, y me hizo entender que el nivel computacional del Bajío está muy bajío, animándome a buscar otras estepas.
Salí en la televisión en el programa de Lolita de la Vega. Yo no me vi, pero dicen que no dije tantas burradas.
Fui al concierto de U2. Ese fue un gran viaje al DF: Caer al departamento de Joshua, conocer a Esther, ver a mi adorada Jackie, conocer a Eitan y, obviamente, el concierto en sí.
Renuncié a Ipsobox. La mejor decisión que pude haber tomado.
Me mudé al depasónico. Sí, ya había que salirse del hogar familiar.
Tuve mi primer rechazo al solicitar empleo en una empresa. Sasken me dijo que no estaba yo lo suficientemente preparado para el puesto. Creo que es el único rechazo profesional que he tenido. Caló. Gracias a este evento estoy en Monterrey.
Comencé a trabajar con Juan José Salgado en su proyecto de las cajas populares. Jugué con Java y me interesé en el problema de acceso a datos, cosa que produciría más tarde el proyecto DAOGen.
Conseguí mi empleo en Monterrey y me mudé para allá. Y, fuera de los detalles laborales, tengo que admitir que estoy en un buen trabajo, he conocido personas estupendas: Laura, Sandino, Emilia, Adrián, Gaby, Roger, Felipec, Iván... a muchas. Y la gran coincidencia que llegara Fausto meses después....
Días antes de las elecciones hubo una oportunidad para trabajar para el IFE. Patrick Vielle me puso en un entredicho: ir a trabajar al IFE el mero día de las elecciones para analizar datos. La rechacé. Nunca sabremos que dejé ir.
Programar DAOGen. Este proyecto de software, que comenzó como un proyecto mascota, de pronto tuvo el patrocinio de Salgado. Pasé muchas noches muy entretenido con él.
Ser censurado en este espacio. Muestra del éxito que tiene este blog, la empresa donde trabajo me pidió que quitara una entrada, la cual podía interpretarse como fuga de información. Me enojé mucho por la censura, pero no deja de halagar la importancia que le dan a este modesto lugar.
Haber volado al D.F. para ver a los cuates y a Joaquín Sabina, para volver a ir a su concierto en Monterrey meses después. Esa gente es una chingonería y los conciertos del flaco otro tanto.
Las conversaciones con plunktonio.
Si intentara hacer un balance general yo diría que, a pesar de mis constantes quejas y supuestos resabios, me fue bastante bien este año. Estoy aún muy lejos de donde quisiera estar, pero este año me dejó mucho más de lo que yo esperaba, de lo que yo pedía.
Ayer, en la fiesta de cumpleaños de mi tío Raymundo, donde llegó prácticamente toda la familia Leal (a excepción de mis primas-princesas y su mamá). Estuvo bonito. Y como plus volví a ver a Sandra Sánchez con su hija. Fácilmente tendría más de 10 años sin verla. No nos hicimos gran fiesta, es más, apenas cruzamos palabra, pero fue muy extraño encontrarla precisamente ahí.
En la tarde me habló Chuy: que el papá de Jano había fallecido. Muy amablemente Julio pasó por mi hasta el rancho para irnos al velorio. Ahí estaba Don Janes, luchando por no quebrar en llanto. A las once de la noche nos retiramos.
Hoy fue la misa. Fue cocelebrada entre 4 sacerdotes. Todo un honor para un católico. Resultó muy fácil apreciar el cariño que mucha gente le profesó al padre de Alejandro. Además hacía mucho tiempo que no me paraba en una misa. Al contrario de lo que pudiera pensarse, me gustó repetir ese viejo ritual. Pensé en la muerte, en los absurdo de la existencia, en lo reconfortante de los ritos, en cómo me gustaría que fuera mi despedida de este mundo.
El 2007 debe ser toda una renovación. ¿Cuáles son mis propósitos del 2007? Aún no los tengo definitivos, pero sí reciclaré varios del año pasado.