mi blag

8 March, 10:12am

Tiempo de lectura estimada: 3 minutos

Víctor Jáquez
  1. Corsarios de Levante. Arturo Pérez-Reverte (12-13-2008 / 01-08-2009)
  2. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Stieg Larsson (01-14-2009 / 01-20-2009)
  3. La metamorfosis / Carta al Padre. Franz Kafka (01-21-2009 / 01-29-2009)
  4. Tokio Blues: Norwegian Wood. Haruki Murakami (01-30-2009 / 02-04-2009)
  5. Twilight. Stephenie Meyer (02-04-2009 / 03-07-2009)

Ayer terminé de leer Twilight, de Stephenie Meyer. Pero en mi defensa déjenme decir que lo leí en inglés. De otra manera hubiera sido perder el tiempo.

Tengo que ser honesto: hubo pasajes que leía en cama, cobijado, con un café caliente al lado y disfrutaba mucho, sintiendo cada momento romántico entre Edward e Isabella, para luego arrojar el libro y acurrucarme y mantener por un momento ese sentimiento de comunión entre los personajes. Sí, dejaba aflorar mi lado femenino. Pero también hay que decirlo, la novela es mala, es antifeminista, insulsa e inverosímil aun siendo fantasía.

Pero qué es lo que hace que esta novela sea de las más leídas a nivel mundial, que es lo que atrae a las masas, en especial al público femenino, a pesar de que maneja a una protagonista que ninguna mujer que se respete a sí misma quiera imitar.

Mi hipótesis es que se trata de pornografía femenina.

Francesco Alberoni en su libro "El erotismo" plantea una supuesta diferencia entre el erotismo femenino y el masculino. El masculino es discreto, binario, está o no está excitado, tiene o no tiene el pene erecto; en cambio el erotismo femenino es continuo, holístico, prácticamente cualquier hecho tiene un grado de erotismo, positivo o negativo. Y de ahí parte para justificar que la pornografía está orientada al público masculino, ya que responde más a las situaciones que los excita. En cambio, las mujeres, en general, no responden a dicho estímulos, ya que el cambio abrupto de baja excitación a total sexualidad no va con su esquema de erotismo. Según Alberoni las mujeres encuentran más erótico el desarrollo de la situaciones, las palabras, los gestos, y es el nicho que explotan las telenovelas (culebrones) y las novelas románticas estilo Corin Tellado. Eso es la pornografía femenina.

Alberoni va más allá y extrae los patrones encontrados en las historias eróticas femeninas clásicas, y básicamente son las historias que encontramos en los cuentos infantiles, especialmente en Cenicienta y en la bella y la bestia: la chica común, sin notoriedad, de pronto se ve elegida por el líder, el guía, el príncipe, y esto la hace especial, única. Y luego, una vez elegida, ella es capaz de dominar, controlar a la bestia que representa el hombre, lograr lo que nada ni nadie había podido, salvo ella, con su magia y ternura, hacer del lobo un corderillo en sus brazos.

Pues de eso se trata Twilight: un compendio fantástico de la pornografía femenina.

No hay nada nuevo bajo el sol, o como diría Oscar Wilde "es imposible ser original, ni siquiera en el pecado." Es lo bueno de que el hombre guste del mito, se puede reciclar y vender todas las veces que uno quiera.