Calaverita

Catrina esta noche sale,
muy vestida y alborotada, para llevarse a quien jale con sus afanes de alada.
La muerte emperifollada
buscaba a su queridín, mas iban en retirada de su temible rondín.
Y no es culpa de nadie, digo,
que todos le quieran rehuir, pues vidas sega cual trigo sin la razón de existir.
La huesuda llora su pena
pues occidente le huyó, oriente ni la condena, sólo México le amó.
Muerte puta e indiferente,
si no te importan las obras, de malvados o creyentes, a todos sus vidas cobras.

Sin PDA ni GPS
Catrina se encontrará al linuxero que rece la GPL u otra sabrá.
No me lleves muerte linda,
todavía no compila el código que prescinda de propiedades que no hilan.
Me importa un pito qué digas,
que seas Torvalds o de Icaza, esta noche comes migas en el lecho de mi casa.
A Stallman no se lo lleva,
ni prestado ni a regalo, el muy pesado se eleva y GNU demanda al hado.