Introducción a la ética (2)
La intención es la finalidad u objetivo que persigue una persona al ejecutar un acto concreto. Esa intención puede hacer variar considerablemente el valor moral de un acto. Reside en el interior de la persona. La madurez del hombre produce una mayor claridad amplitud y elevación de los fines impuestos a la conducta.
Características de los valores:
- Son bipolares; pero el valor negativo es sólo una privación (no tener algo que corresponde a su naturaleza) del correspondiente valor positivo.
- Son trascendentes, es decir, sólo se dan con toda su perfección en su propia esencia; pero en su existencia real se dan con una gama muy variada de perfección.
- Son preferibles, lo cual indica la base de una relación con el hombre, que se inclina hacia ellos en cuanto los capta.
- Son objetivos, es decir, no dependen, en su existencia y grado, del conocimiento o juicio que de ellos profiera alguien en particular.
Jerarquización del valor:
Valores infrahumanos: placer, fuerza, agilidad, salud
Valores humanos infra-morales:
Valores económicos: riqueza, éxito
Valores no éticos: verdad, ciencia, conocimiento
Valores estéticos: belleza, gracias
Valores sociales: cooperación, cohesión, prestigio
Valores morales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Dependen del libre albedrío. Perfeccionan al hombre haciéndolo más humano.
Valores religiosos.
Por lo tanto: Un valor es un ser en cuanto se relaciona adecuadamente con otro ser
Lo importante no son los objetos, sino la relación entre ellos. Algo es más valioso dado nuestra relación con el ente.
El valor moral es la adecuación entre un acto y las exigencias de la naturaleza racional y libre del que lo ejecuta.
El problema aquí es cómo sabemos la naturaleza racional del ejecutante, esto implica la existencia de un Absoluto —Dios— que halla dispuesto previamente dicha naturaleza