Con tu tos o con mi tos

Hoy me presentaron este poema:

Yo quiero ser el que a tu lado duerma
cuando con tu tos o con mi tos sea difícil dormir.

Me gustaría estar ahí para cambiarte los pañales
o mirar que te los cambien, esperando en mi silla de ruedas
mi turno con la enfermera.

Que nos veamos en el asilo agarrados de la mano;
manos manchadas y perforadas por catéteres
ocupadas con el control de la cama,
jugando con las posiciones.
Reírnos sin dientes.

Quiero que te carcajees cuando me digas:
no me hagas reír que me brotan las puntadas.
Que te burles cuando me orine
y cuando te cuente sobre mi chequeo de la próstata.

Quiero que invitemos a cenar al doctor para ahorrarnos la consulta.
Preguntarle de nuestros males mientras le servimos mi sopa favorita.
Quiero que nos miremos a los ojos y encontremos en ellos paz y calma
donde ahora vemos fuego y futuras cenizas.

Que la pupila se dilate años.

Que tu sonrisa dé mil gracias y la muerte de los amigos
nos mate más que diez mil muertes

Que tomes a la ligera cuando maldiga el dolor.
Que sepamos, sin decirlo, que lo nuestro valió la pena
y que los tiempos difíciles como ahora
no fueron más que buenas razones para mirarnos viejos.
Ahora descansa, que falta te hace.