El derecho de la ciudad

  1. La Tregua. Mario Benedetti (01/08/2013 - 01/12/2013)
  2. El país de uno. Denise Dresser (12/28/2012 - 02/17/2013)
  3. Nemesis. Philip Roth (02/17/2013 - 03/17/2013)
  4. Mi amor en vano. Soledad Puértolas (03/17/2013 - 04/01/2013)
  5. Las venas abiertas de América Latina. Eduardo Galeano (04/02/2013 - 05/26/2013)
  6. G. John Berger (04/11/2013 - 06/17/2013)
  7. El arte de amar. Erich Fromm (05/18/2013 - 06/20/2013)
  8. La tercera mujer. Gilles Lipovetsky (07/09/2013 - 08/17/2013)
  9. 3 x Nordbrandt. Henrik Nordbrandt (08/23/2013 - 09/14/2013)
  10. Ciudades Rebeldes. Del derecho de la ciudad a la revolución urbana. Davin Harvey (09/14/2013 - 10/06/2013)
Ciudades rebeldes: del derecho de la ciudad a la revolución urbana

I El derecho a la ciudad

[..] los derechos humanos [..] acostumbran a formularse en términos individualistas y basados en la propiedad, y como tales no cuestionan la lógica del mercado liberal y neoliberal [..] Después de todo, vivimos en un mundo en el que la propiedad privada y la tasa de ganancia prevalecen sobre todos los demás derechos.

[..]

La ciudad [..] es «el intento más coherente y en general más logrado del hombre por rehacer el mundo en el que vive de acuerdo con sus deseos más profundos [..]» [entonces] la cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede separarse de que tipo de personas queremos ser. [..] El derecho a la ciudad es un derecho a cambiar y reinventar la ciudad [..] Es, además, un derecho más colectivo que individual, ya que la reinvención de la ciudad depende inevitablemente del ejercicio de un poder colectivo sobre el proceso de urbanización.

[..]

Reclamar el derecho a la ciudad [..] supone reivindicar algún tipo de poder configurador del proceso de urbanización. [..] La urbanización ha sido siempre, por tanto, un fenómeno relacionado con la división de clases. [..] El capitalismo descansa [..] sobre la búsqueda perpetua de plus-valor [..] [E]l capitalismo necesita de la urbanización para absorber el sobre-producto que genera continuamente.

[..]

La calidad de la vida urbana se ha convertido en una mercancía para los que tienen dinero, como lo ha hecho la propia ciudad, en un mundo en el que el consumismo, el turismo, las actividades culturales y basadas en el conocimiento, así como el continuo recurso a la economía del espectáculo, se han convertido en aspectos primordiales de la economía política urbana [..] Es un mundo en el que la ética neoliberal del intenso individualismo posesivo puede convertirse en pauta para la socialización de la personalidad humana. Su efecto es el creciente aislamiento individualista, la ansiedad y la neurosis [..]

[..]

[L]os ideales de identidad urbana, ciudadanía y pertenencia, y de una política urbana coherente, ya amenazados por la creciente difusión de la ética neoliberal individualista, se hacen mucho más difíciles de sostener. Hasta la idea de que la ciudad podría funcionar como un cuerpo político colectivo, un lugar en y del que podrían emanar movimientos sociales progresistas, parece, al menos superficialmente, cada vez menos creíble.

[..]

[..] si estos diversos movimientos de oposición se unieran de algún modo —por ejemplo, en torno a la reivindicación del derecho a la ciudad—, ¿qué deberían exigir?

La respuesta a esta última pregunta es bastante sencilla: mayor control democrático sobre la producción y uso del excedente. [..] El principal logro del asalto neoliberal ha sido pues impedir que siguiera aumentando [el control sobre la producción y los excedentes] como lo hizo durante los años cincuenta y sesenta. Otro aspecto ha sido crear nuevos sistemas de gobierno que integran los intereses del estado y de las empresas [..]

[..] El derecho a la ciudad actualmente existente, tal como está ahora constituido, es demasiado estrecho y está en la mayoría de los casos en manos de una pequeña élite política y económica con capacidad para configurar la ciudad según sus propias necesidades particulares y sus deseos más íntimos.

[..] ¿por qué no extendieron la Reserva Federal y el Tesoro estadounidense su ayuda de liquidez a medio plazo a los hogares amenazados con el desahucio hasta que la reestructuración de su hipoteca con un tipo de interés razonable resolviera parte al menos de problema? [..] esto habría extendido la misión de la Reserva Federal más allá de sus límites habituales y habría violado la regla ideológica neoliberal de que en caso de conflicto entre el bienestar de las instituciones financieras y el del pueblo, este tiene que cargar con los gastos. También habría ido contra los principios de la clase capitalista con respecto a la distribución de los ingresos y la idea liberal de responsabilidad individual.

[..] la revolución del nuestra época tiene que ser urbana, o no será.

II - Las raíces urbanas de las crisis capitalistas

[..] el suelo no es una mercancía en el sentido más corriente de la palabra. Es una forma ficticia de capital que deriva de las expectativas de futuras rentas.

[..]

El Banco Mundial favorece abiertamente al capital especulativo por encima del pueblo [..]

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[..] las alzas y caídas del mercado inmobiliario están inextricablemente entrelazadas con los flujos financieros especulativos y tienen grandes consecuencias para la macroeconomía en general, así como todo tipo de efectos externos relacionados con el agotamiento de recursos y la degradación medioambiental. [..]

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El capital ficticio [..] [e]s un fetiche construido, lo que significa [..] que aun siendo real es un fenómeno superficial que encubre algo más importante en las relaciones sociales subyacentes. [..] Cuando el banco presta a un consumidor para que se compre una casa y recibe a cambio un flujo de interés, hace que parezca como si en la casa hubiera algo que está produciendo directamente valor, cuando no es así. [..] Cuando los bancos prestan para comprar suelo e inmuebles de los que se podrán extraer una renta, entonces la categoría distributiva de la renta queda absorbida en el flujo de la circulación del capital ficticio. [..] el capital ficticio se parece cada vez más a una regresión infinita de ficciones construida sobre ficciones.

Lo que decía Marx es que el interés que se paga proviene de la producción de valor en algún otro lugar [..]

[..]

El problema que plantea el sistema crediticio es que por un lado es vital para la producción, circulación y realización de los flujos de capital, al mismo tiempo que es, por otro, el pináculo de todo tipo de especulación [..]

[..]

La urbanización [..] ha sido uno de los medios clave para la absorción de los excedentes de capital y de trabajo [..] Pero precisamente porque toda esa actividad [..] es a tan largo plazo, exige como algo absolutamente fundamental para su funcionamiento cierta combinación de capital financiero e intervención estatal. Esta actividad es claramente especulativa a largo plazo y siempre corre el riesgo de reproducir [..] las propias condiciones de sobre-acumulación [..] De ahí el carácter proclive a las crisis.

[..]

El capital manipula y controla por tanto en cierta medida tanto la oferta como la demanda de nuevas viviendas [..] (lo que es absolutamente opuesto al funcionamiento libre del mercado [..]).

[..]

El estímulo a la demanda mediante ardides [..] no compensa necesariamente un aumento de la oferta, y su efecto puede limitarse a una inflación de los precios y un aliento a la especulación. [..]

Pero todo esto dependía de una continua expansión de los flujos de capital ficticio y de mantener intacta la creencia fetichista de que el capital puede «valorizarse automáticamente a sí mismo».

[..] Si el financiero tiene que elegir entre la quiebra de un promotor debido a los fracasos de ventas o la bancarrota y desahucio del comprador de una vivienda (particularmente si este pertenece a las clases más bajas o a una minoría racial o étnica y la hipoteca ya se ha endosado a algún otro), está muy claro por qué opción se inclinará; nunca se desvanecen del todo los prejuicios raciales y de clase.

III - La creación de bienes comunes urbanos

La ciudad es el lugar donde se entremezcla gente de todo tipo y condición, [..] compartiendo una vida en común, por efímera y cambiante que sea [..] Cuando Hardt y Negri [..] argumentan que deberíamos ver a «la metrópolis como una fábrica en la que se produce el bien común», sugieren su potencialidad para la crítica y el activismo político anti-capitalista.

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Debemos pues concluir que las cuestiones de los bienes comunes son contradictorias y que por eso siempre hay disputas sobre ellas, bajo las cuales suele haber intereses sociales y políticos en conflicto. De hecho, como ha señalado Jacques Rancière, la «la política es la esfera de actividad de un bien común que siempre será contencioso». [..]

[..] No todas las formas de bien común suponen un acceso abierto. Algunos (como el aire que respiramos) sí lo son, mientras que otros (como las calles de nuestras ciudades) son en principio abiertos, pero regulados, vigilados y hasta gestionados privadamente como distritos para el fomento de negocios. [..]

[..]

[..] [E]sos espacios y bienes públicos contribuyen poderosamente a las cualidades del bien común, su apropiación requiere una acción política por parte de los ciudadanos y el pueblo. La educación pública se convierte en un bien común cuando las fuerzas sociales se apropian de ella y la protegen y mejoran para su beneficio mutuo [..] La calle es un espacio público transformado con frecuencia por la acción social en un bien común del movimiento revolucionario, así como lugar ocasional para su represión sangrienta. Siempre ha habido una lucha sobre la producción y la regulación del acceso al espacio y los bienes públicos [..]

Los bienes comunes no deben considerarse pues como un tipo particular de cosas o activos y ni siquiera de procesos sociales, sino como una relación social inestable y maleable entre cierto grupo social auto-definido y los aspectos de su entorno social y/o físico, existente, o por ser creado, considerada sustancial para su vida y pervivencia. [..] En el núcleo de la práctica de comunalización se halla el principio de que la relación entre grupo social y el aspecto del entorno considerado como bien común será a la vez colectiva y no mercantilizada, quedando fuera de los límites de la lógica del intercambio y las valoraciones de mercado. [..]

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[..] Quienes crean un entorno vital interesante y estimulante lo pierden ante las prácticas depredadoras de los promotores inmobiliarios, los financieros y los consumidores de clase alta carentes de imaginación social urbana. Cuanto mejores son las cualidades comunes que crea un grupo social, más probable es que se vea asaltado y caiga bajo el ímpetu de intereses privados sedientos de beneficios.

[..] La lucha por el derecho a la ciudad se enfrenta a los poderes del capital que se nutre despiadadamente de las rentas derivadas de la vida en común que otros han producido. [..] Dicho de otro modo, el problema no es el bien común en sí, sino las relaciones entre quienes lo producen o mejoran a diversas escalas y quienes se apropian de él para su beneficio privado.

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[..] El resurgimiento de los bienes comunes como cuestión política tiene que integrarse plenamente en la lucha anti-capitalista de forma muy específica.

IV - El arte de la renta

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Toda renta se basa en el monopolio de algún bien por determinados propietarios privados. La renta de monopolio surge porque ciertos agentes sociales pueden obtener una mayor corriente de ingresos durante un tiempo dilatado en virtud de su control exclusivo sobre algún artículo directa o indirectamente comercializable que es en ciertos aspectos cruciales único e irreproducible. [..]

[..]

[..] [E]l requisito de comercialidad implica que ningún artículo puede ser tan único o tan especial como para quedar enteramente fuera del cálculo monetario. [..]

La contradicción a ese respecto es que cuanto más fácilmente comercializables son esos artículos, menos únicos y especiales resultan.

[..] La insulsa homogeneidad que acompaña la pura comercialización borra las ventajas del monopolio; [..] Recíprocamente, todo capitalista trata de persuadir a los consumidores de las cualidades únicas e irreproducibles de sus productos.

[..] La competencia, como observó hacer mucho tiempo Marx, tiende siempre al monopolio (u oligopolio), simplemente porque la supervivencia de los más hábiles o mejor dotados en la guerra de todos contra todos elimina a las empresas débiles. [..] Pero eso no es ninguna casualidad que la liberalización de los mercados y la apología de la competencia de mercado durante los últimos años haya producida una increíble centralización del capital. [..]

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[..] El problema es mantener suficientemente competitivas las relaciones económicas al mismo tiempo que se mantienen los privilegios de monopolio individuales y de clase de la propiedad privada que constituyen el fundamento del capitalismo como sistema político-económico.

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[..] [E]l espacio económico de la competencia ha ido cambiando con el tiempo de forma y de escala. La reciente marea globalizadora ha reducido significativamente las protecciones a los monopolios otorgadas históricamente por los elevados costes de transporte y comunicaciones, al tiempo que la remoción de barreras institucionales al comercio (proteccionismo) ha disminuido parecidamente las rentas de monopolio [..] pero el capitalismo no puede funcionar sin monopolios y discurre nuevos medios para renovarlos. [..]

La respuesta obvia consiste en centralizar el capital en mega-corporaciones [..] La segunda vía consiste en asegurar aún más firmemente los derechos de monopolio de la propiedad privada mediante leyes comerciales internacionales que regulen todo el comercio global. Las patentes y los llamados «derechos de propiedad intelectual» [..] A medida que disminuyen determinados privilegios de monopolio, vemos una amplia variedad de intentos de preservarlos o renovarlos por otros medios.

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[..] La tercera contradicción: que los más ávidos globalizadores apoyarán los desarrollos locales capaces de al menos potencialmente de ofrecer rentas de monopolio, incluso si el efecto de tal apoyo es generar un clima político local enfrentado a la globalización

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Así pues, la globalización no se debería considerar como una unidad indiferenciada, sino como una pauta geográficamente articulada de actividades y relaciones capitalistas globales. [..] [S]e puede entender [..] como una aspiración por parte de los capitales móviles [..] a obtener ventajas en la producción y apropiación de plus-valor desplazándose de un lado a otro.

[..] Así pues, en la dinámica de las inversiones en el área metropolitana se da cierta circularidad acumulativa [..] Esa normalmente es la función de los llamados «motores de crecimiento urbano»: la orquestación de procesos dinámicos de inversión y la asignación de inversiones públicas clave en el lugar y el momento adecuado para promover su éxito en la competencia interurbana e interregional.

Pero esto no sería tan atractivo de no ser por la posibilidad de captar además rentas de monopolio. [..]

Si las pretensiones de unicidad, autenticidad particularidad y especificidad sostienen la capacidad de captar rentas de monopolio, ¿qué mejor terreno para plantearlas que el de los artefactos y prácticas culturales históricamente constituidos y las características medioambientales especiales, incluido, por supuesto, el entrono construido, social y cultural? [..]

El ejemplo más obvio es el turismo contemporáneo [..] el poder de la atracción del capital simbólico colectivo de las marcas especiales de distinción que atribuye a determinado lugar, sobre los flujos de capital. [..] La «marca» de las ciudades se ha convertido en un gran negocio.

[..]

El dilema —entre aproximarse tanto a la pura comercialización que se pierdan las marcas de distinción que subyacen bajo las rentas de monopolio, o establecer marcas de distinción tan especiales que sea muy difícil comercializarlas— está perpetuamente presente [..] Los capitalistas son muy conscientes de ello y deben por tanto participar en las guerras culturales y en el fárrago del multiculturalismo, la moda y la estética, porque es precisamente ahí donde pueden obtener rentas de monopolio, aunque sean temporales. Y si [..] la renta de monopolio es siempre objeto de deseo capitalista, los medios para obtenerla mediante intervenciones en el campo de la cultura, historia, tradición, estética y significados cobran necesariamente gran importancia para los capitalistas de cualquier tipo. Surge así la cuestión de cómo pueden convertirse tales intervenciones culturales en una potente arma en la lucha de clases.

[..]

[..] La mercantilización y comercialización de todo es de hecho una de las marcas distintivas de nuestra época.

Pero la renta de monopolio es de por sí contradictoria. [..] lleva a valorar la singularidad, autenticidad, particularidad, originalidad y muchas otras dimensiones de la vida social que son incompatibles con la homogeneidad implícita en la producción de mercancías. Y si el capital no destruye totalmente la singularidad que es la base de la apropiación de rentas de monopolio [..], tiene que permitir y aun promocionar la diferenciación y desarrollos culturales locales divergentes y en cierta medida incontrolables, que pueden ser antagónicos a su propio funcionamiento disciplinado. [..]

[..] El problema para el capital es hallar formas de integrar, subsumir, mercantilizar y monetizar tales diferencias y bienes culturales comunes lo bastante como para extraer de ellos rentas de monopolio. Al hacerlo, el capital genera a menudo alienación y resentimiento entre los productores culturales, que experimentan de primera mano la apropiación y explotación de su creatividad y su compromiso político en beneficio económico de otros, de modo muy parecido al resentimiento experimentado por poblaciones enteras al ver explotadas sus historias y culturas mediante la mercantilización. [..]

[..]

[..] Desde arriba no nos vendrá ninguna alternativa a la forma actual de globalización; tendrá que llegar de múltiples espacios locales —en particular espacios urbanos— conjuntándose en un movimiento más amplio, y es ahí donde las contradicciones que afrontan los capitalistas en su búsqueda de rentas de monopolio asumen cierta importancia estructural. [..]

V - Reclamar la ciudad para la lucha anticapitalista

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Lo urbano funciona pues, obviamente, como un ámbito relevante de acción y rebelión política. [..]

El segundo punto importante es que se acostumbra a estimar la eficacia de las protestas políticas según su capacidad para trastornar la economía urbana. [..]

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[..] Pero los intentos de cambiar el mundo mediante el control obrero y otros movimiento análogos —tales como los proyectos de propiedad comunitaria, la llamada economía «moral» o «solidaria», sistemas locales de comercio o trueque, la creación de espacios autónomos [..]— no se han demostrado hasta ahora viables como modelo para construir soluciones anticapitalistas más globales. [..]

[..] Aunque haya empresas pequeñas y localizadas que puedan eludir por un tiempo esa coerción y trabajar más allás del alcance de las leyes de competencia (adquiriendo, por ejemplo, el estatus de monopolios locales), la mayoría no pueden hacerlo; por eso las empresas cooperativas o controladas por los trabajadores acaban reproduciendo en algún momento el comportamiento de sus competidores capitalistas, y cuanto más lo hacen menos se distinguen de sus prácticas. De hecho, puede muy bien suceder que los trabajadores acaben cayendo en un estado de auto-explotación colectiva tan represivo como el que impone el capital.

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[..] ¿cómo puede fusionar la izquierda la necesidad de comprometerse activamente, pero también de crear una alternativa a las leyes capitalistas de determinación del valor en el mercado mundial, al tiempo que promueve la capacidad de los trabajadores asociados para gestionar y decidir democrática y colectivamente lo que tiene que producir y cómo producirlo? [..]

[..] Cualquiera soluciones, formulaciones, formas organizativas y agendas políticas que se propongan deberán ofrecer respuestas a tres cuestiones principales:

  1. [..] [E]l [..] lacerante empobrecimiento material de buena parte de la población mundial y la consiguiente frustración de la posibilidad del pleno desarrollo de las capacidades y la potencia creativa humana. [..]
  2. La [..] degradación ambiental y transformaciones ecológicas descontroladas. [..]
  3. [..] Una comprensión histórica y teórica de la inevitable evolución del crecimiento capitalista. Por diversas razones, el crecimiento exponencial es una condición absoluta para la continua acumulación y reproducción del capital.

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De esta historia brotan tres tesis. Primera, que las luchas laborales, desde las huelgas hasta las tomas de fábricas, tienen mucha mayor probabilidad de triunfar cuando cuentan con un enérgico y sólido apoyo de fuerzas populares asentadas en el entorno circundante a nivel comunitario [..]

En segundo lugar, el concepto de trabajo tiene que ampliarse, pasando por una definición estrecha ligada a las formas industriales o fabriles al terreno más amplio del trabajo dedicado a la producción y reproducción de una vida cotidiana cada vez más urbanizada. [..] Por encima de todo, hay que reelaborar y reformular adecuadamente los conceptos de trabajo y de clase. [..]

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Finalmente, [..] las luchas de los trabajadores contra la recuperación y realización del plus-valor en su espacio vital tienen que recibir un trato igual al de las luchas en los diversos puntos de producción de la ciudad.

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[..] [C]ualquier movilización anti-capitalista manifestada en sucesivas rebeliones urbanas tiene que consolidarse en determinado momento a un nivel más alto de generalidad, so pena de estancarse al nivel del estado en un reformismo parlamentario y constitucional que no servirá más que para reconstituir el neoliberalismo desde los intersticios de la prolongada dominación imperial. [..]