Escocia

Whisky is sunlight held together by water

Este verano escapé a Escocia por una semana. Este es el reporte gráfico.

Primero volamos a Londres, donde pasamos la noche en casa de unos amigos (¡gracias!). Al día siguiente, un vuelo a Edimburgo, que salía a las 6 de la mañana, nos depositó en aquellas lejanas tierras.

En Edimburgo también contamos con la generosidad de más amigos (¡gracias!), quienes nos ofrecieron su hogar aún cuando por esos días no estaba en la ciudad. Tanto he recibido que siento una enorme gratitud y misma humildad.

Día 1

Mi primer vista de Edinburgh.

Mi primera vista de Edinburgh (Edimbro'h). Los locales no cesaban en repetirnos lo afortunados que eramos al contar con ese cielo despejado y brillante.

Sir Walter Scott.

Uno de los primeros autores de mi adolescencia fue Walter Scott, con su novela Ivanhoe, tiene uno de los monumentos más descollantes de Edinburgh. También ésta ciudad vio nacer a Arthur Conan Doyle, otro de los escritores que forjaron mi gusto por la lectura.

North Bridge desde Calton Hill.

Nuestra actividad inaugural fue subir el Calton Hill. Desde allí tomé esta imagen del North Bridge.

Día 2

Holyrood Palace.

Subimos a uno de los Salisbury Crags en Holyrood Park y obtuve esta imagen del Holyrood Palace, la residencia oficial de monarquía británica en Escocia.

Holyrood Palace.

Así como también esta vista del Calton Hill desde Holyrood Park.

Edinburgh Castle.

Y el Edinburgh Castle, el cual luego visitamos. Ese recorrido fue el preludio a los discursos bélicos que inundan al turismo en Escocia: guerras contra los vikingos, guerras contra los ingleses, guerras napoleónicas y guerras mundiales.

Día 3

Catedral de Dunkel.

Al tercer día nos dirigimos al norte, a Dunkeld.

El campo de batalla de Culloden.

Muy cerca de Inverness está el campo de batalla de Culloden. Dicha batalla fue la que decidió el destino de Escocia como parte del Reino Unido, al derrotar el gobierno británico a los Jacobitas, quienes querían restituir a la dinastía de los Estuardos. Como resultado directo, el sistema de clanes fue desmantelado, prohibido el kilt, así como la lengua escocesa y welsh.

Loch Ness.

Después de comer dimos una vuelta en barco sobre el archi-famoso Loch Ness. Y no, no vimos a Nessie. Lo que sí me sorprendió fue la oscuridad de sus aguas, de un negro charol que reflejaban el paisaje con tremenda claridad.

Día 4

Paisaje matutino.

En nuestro camino a la isla de Skye, tuvimos que detenernos para contemplar estos parajes. Es impresionante como el agua refleja lo que la neblina no nos permite ver.

Castillo de Eilean Donan.

Otra parada obligada fue el castillo de Eilean Donan. El castillo original, que data desde el siglo XIV, fue destruido por el gobierno británico durante la revuelta de los Jacobitas y reconstruido principios del siglo XX. El castillo aparece en muchas películas, con mayor relevancia en la película de Highlander.

Sgùr nan Gillean.

Finalmente llegamos a la isla de Skye, para encontrarnos con las imponentes Cuillins, una cadena de montañas rocosas. La montaña de la foto se llama, en idioma escocés, Sgùr nan Gillean.

Creag an Fhèilidh.

Paramos en el Creag an Fhèilidh, o la Kilt Rock.

Duntulm Castle.

Por la tarde nos detuvimos en la ruinas del castillo de Duntulm, que fuera la fortaleza del clan MacDonalds de Sleat antes de ser abandonada por estos.

Día 5

The Great Glen.

Salimos de la isla de Skye y nos dirigimos hacia el sur por el Gran Glen.

Glen Coe.

Pasamos por el Glen Coe, cerca del Ben Nevis, que la mayor elevación del Reino Unido.

Día 6

Tumba de Adam Smith.

Regresamos a Edinburgh y visitamos algunos lugares pendientes, como la tumba de Adam Smith, en el Canongate Kirkyard, a quién debía presentar mis exequias.

Día 7

Monumento a Wallace.

Fuimos a Stirling, donde subí al Monumento a Sir William Wallace.

Cardo de Escocia.

Durante la subida al Monumento, me dio más gusto toparme con los cardos, un símbolo nacional escocés.

Día 8

Castillo de Stirling.

En nuestro último día caminamos hacia el Castillo de Stirling.

Piedra de decapitación.

Finalmente di un paseo por el Mote Hill, hasta llegar a la Piedra de Decapitación, que se supone fue usada para la pena capital durante el siglo XV. Aún es posible observar las marcas del hacha en ella.

Y el viaje llegó a su fin. Escocia. Y como diría el poeta escocés del siglo XVIII, Robert Burns: but minds me o' my Jean.

Of a' the airts the wind can blaw,
I dearly like the west,
For there the bonnie lassie lives,
The lassie I lo'e best:
There wild woods grow, and rivers row,
And monie a hill between;
But day and night may fancy's flight
Is ever wi' my Jean.
I see her in the dewy flowers,
I see her sweet and fair:
I hear her in the tunefu' birds,
I hear her charm the air:
There's not a bonnie flower that springs
By fountain, shaw, or green;
There's not a bonnie bird that sings,
But minds me o' my Jean.