La semana pasada fui de paseo a Ginebra para visitar a los amigos. Llegué el domingo por la mañana, y ese misma tarde subimos un poco por los Alpes para jugar con la nieve.

Una lección importante fue que donde más se divierte uno es precisamente donde hay un letrero gigante que dice luge interdit pero nadie ve.

La nieve, de lejos, siempre es divertida.

También hubo la visita obligada al CERN.

Tengo miedo a los agujeros negros provocados por el acelerador de partículas

Aproveché para darme una vuelta rápida por Annecy, en Francia. Un lugar hermoso. El único problema fue que olvidé mi pasaporte en casa de mis anfitriones y la policía francesa me hizo más preguntas de lo habitual.

Sur le lac d'Annecy et les Alpes

Ese mismo día me fui de juerga con un ex-compañero de la maestría en Cuernavaca y que ha hecho sus estudios de doctorado en Suiza. Mucha cerveza blanche y ambeér (y muy cara).

Place du Molard dans la nuit