Primer aniversario como vegetariano

El primero de enero del 2015 comencé con una determinación: adoptar una dieta vegetariana cada vez más estricta. Y ya cumplí un año con este propósito de eliminar, cada día con mayor rigor, alimento de origen animal.

Lo primero que hice fue eliminar de tajo la carne de animales, pero cedía ante las aves, peces y mariscos. Pronto quité aves y peces. Tardé en eliminar de mi dieta los mariscos, ya que me parecía difícil, viviendo en Galicia, eliminar esta delicatessen local. Pero al final lo hice. Ahora tengo pendiente eliminar los huevos y los lácteos, los que aún consumo ocasionalmente.

Todo comenzó hojeando el libro eating animals de Jonathan Safran. O tal vez un poco antes, cuando me enteré del especismo, o más bien, del anti-especismo, es decir, el oponerse a la idea de la "supremacía humana" sobre las demás especies. O quizás aún más atrás, cuando comencé a considerar la idea de la libertad marxista, que podríamos resumir con la frase sólo seremos libres en comunidad, o dicho de otra forma, yo no podré ser libre hasta que todos lo sean. O tal vez más atrás...

He de decir que no leí todo el libro de eating animals, tal sólo miré algunas hojas y me dije "ya está: tengo que ser vegetariano". Y me propuse el primero de enero del dos mil quince para comenzar.

En cuanto lo anuncié en mi círculo más cercano, comenzaron las advertencias, confundiendo el vegetarianismo con algún desorden alimenticio, citando el anecdotario. Aunque puedo decir que, en realidad, se preocupaban por mi. No obstante, fuera de los comentarios, las bromas y descréditos, nadie intentó obligarme a comer carne. En cambio, varios sí se ponían a la defensiva, bajo el supuesto que yo los obligaría a no comerla.

Después de este año puedo decir que los más duro es el aspecto social. Ni el cambio de dieta, ni el cambio de sabores, ni la renuncia a la carne (que jamás dejó de gustarme), fueron tan insospechadas como la reacción social.

La primera pregunta es siempre ¿por qué?. Pues como ya dije mi principal motivación es política, por evitar lo más posible la opresión a otros individuos.

Sin embargo, no está no es la única razón para explicar una dieta vegetariana, y aquí haré eco de información que me pasó un compañero vegano. Hay por lo menos tres motivos: 1) ecológicos, 2) por salud y 3) por los animales en sí. Todas debatibles, por supuesto, ya que todo argumento que atente contra el discurso dominante debe ser, por lo menos, "debatible".

Ecológicos

Según la FAO, organismo de la ONU, globalmente la ganadería genera el 18% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para ponerlo en contexto, todo el trasporte mundial, combinado, genera el 13%. Pueden abundar en esto con el reporte La larga sombra del ganado. Problemas ambientales y opciones.

También la ganadería a gran escala es la responsable del consumo del 30% del agua fresca a nivel mundial. Según el Instituto de Ingenieros Mecánicos del Reino Unido, se necesitan más de 7,000 litros de agua para producir 500 gramos de carne de res, mientras que, en comparación, se necesitan 128 litros para 500 gramos de papas.

Volviendo a los reportes de la FAO, dicen que el ganado ocupa un tercio de la tierra no congelada del planeta. Es decir, mientras que con 6,000 metros cuadrados se producen 16,000 toneladas de comida vegetal, en cambio sólo se producen 170 toneladas de carne.

Esta misma necesidad de espacio para el desarrollo ganadero, es una de las principales causas de extensión de otras especies con la contaminación de agua y la destrucción de hábitat. El mismo Banco Mundial dice que la destrucción del 91% del Amazonas se debe a éstas prácticas ganaderas.

Sólo en los Estados Unidos, el ganado genera más de 3 millones de kilogramos en desechos. Según la EPA (Agencia para la Protección Ambiental de los Estados Unidos), una granja con 2500 vacas lecheras produce la misma cantidad de desperdicio que una ciudad con 410,000 habitantes.

Para concluir, el reporte "Assessing the Enviromental Impacts of Consumption and Production", del Programa para el Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP) dice esto (la traducción es mía):

Los impactos [negativos en la ecología] por la agricultura se espera que crezcan substancialmente debido al crecimiento poblacional, al incrementar el consumo de productos de origen animal. A diferencia de los combustibles fósiles, es difícil buscar alternativas: la gente tiene que comer. Una reducción substancial a estos impactos podría sólo posible con una cambio radical en la dieta mundial, alejándose de los productos de origen animal.

Salud

Este es el punto más sensible. Aquí las opiniones varían entre "¡te vas a morir!" y "tendrás una condición de acero", aún entre mismos nutricionistas. Entre la gente normal hay muchos mitos, muchos intereses y, por tanto, mucho miedo.

Puedo hablar de mi experiencia durante este año: no me he enfermado más que cuando era carnívoro, y sospecho que me he enfermado menos; no he bajado de peso; no me he debilitado, sigo jugando fútbol sala con los amigos y salgo a correr ocasionalmente; no ha disminuido mi rendimiento laboral/intelectual. Y voy más seguido al baño.

Aunque tengo aquí datos sobre los beneficios de una dieta basada únicamente en plantas sobre las dietas "omnívoras", prefiero saltarme el debate nutricional, tan sólo dejando un par de datos: varios atletas de alto rendimiento son veganos y el sitio web http://nutritionfacts.org/, donde el doctor en medicina, Michael Greger, expone los beneficios de la dieta basada en plantas, y los daños que produce la dieta basada en carne.

Los animales

En esta charla a estudiantes de Stanford, "The uniqueness of Humans", el neurocrinólogo Robert Sapolsky, trata de buscar cuál la característica que distingue al ser humano de los demás animales. Así, recorre cada característica que se creía única del ser humano y cómo la ciencia la ha desmontado.

Es decir, la especie humana no es particularmente diferente al resto de las especies. Me causó una gran impresión cuando leí a Bataille argumentando que en la antigüedad, el ser humano hacía sacrificios animales, no porque le pareciera trivial, al contrario, el ser humano consideraba a los animales casi como sus iguales, y por eso su sacrificio era algo doloroso y significativo.

Sin embargo, en la actualidad, el hombre-mercado, ha convertido a los animales en mercancías, en inventario vivo (livestock) y los tratamos de la peor manera posible.

En el mundo, cada año, matamos 70 mil millones de animales por su carne o sus productos alimenticios, seis millones cada hora (AWFW). Pero esto no se limita a la muerte sistemática y masiva, también las condiciones en las que están estos animales son brutales: torturas, hacinamiento, insalubridad, etcétera. Si queremos mantener una alimentación basada en carne, es indispensable tener la fría eficiencia de estas granjas industriales, o llevarla más allá.

Ya quedaron explicados los porqués.

¿Cómo ha cambiado mi vida con esta dieta? Socialmente ha cambiado, mis amigos se preocupan por lo que voy a comer cuando quedamos para cenar en algún lado, y esta preocupación me incomoda un poco. Por lo que he optado, de vez en vez, cenar en casa y luego quedar en otro lugar. Sin embargo, cada vez más restaurantes tienen opciones vegetarianas. Hasta han abierto nuevos establecimientos estrictamente veganos en la ciudad, aunque son un poco más caros.

Algunos veganos argumentan que se debe ser combativo, que hay que exhibir las contradicciones de los carnacas. Pero yo no tengo madera para confrontar directamente a personas, menos aún si les tengo estima.

Otro cambio es que mi gasto en despensa ha bajado. Antes mi gasto semana en despensa llegaba a los 50€ y ahora, difícilmente llega a los 30€. Por otro lado la basura que genero es mayoritariamente orgánica, la cual es menos contaminante que la otra. Ahora me preocupo por leer los ingredientes de los producto enlatados que compro. Me ocupo en cocinar más y en la variedad de las verduras, legumbres y frutas que consumo.