Revisitando blag y glib

Como cada fin de año, me dio por limpiar, y hasta tal vez pulir, este espacio radioeléctrico. Como buen enumerador, me gustaría listar los cambios, que visualmente son prácticamente nulos, pero que por debajo, en la maquinaria, son considerables.

  1. Ya desde hacía un par de años deseaba migrar mis configuraciones de CSS, de un archivo hecho a mano, sin mucha pericia, a algo más inteligente. A través de un colega y amigo de Igalia, me enteré de mini.css, un pequeño y flexible proyecto para hacer hojas de estilo.

    Para definir las hojas, mini.css usa el lenguaje sass, una extensión al mismo lenguaje CSS que permite escribir hojas de estilo de manera programática, con variables y condicionales. Así que, de paso, exploré este lenguaje.

    Con esto, escribí mi propio flavor de mini.css, con el simple propósito de replicar visualmente lo que ya tenía. El código es mucho más compacto y legible que la hoja de estilo auto-generada, o aquella que escribí originalmente a mano. Además, ya no necesito importar las otras hojas requeridas desde el HTML o el CSS, todo queda integrado, reduciendo el número de solicitudes al servidor.

    También, consecuencia de todo esto, entendí un poco más sobre las hojas de estilo, que ya me tardaba, siendo Igalia parte del comité para el estándar de las CSS en la W3C.

  2. Como consecuencia de lo anterior, tuve que corregir varias erratas en mi código HTML de las plantillas de Pelican.

  3. Finalmente pude corregir un bug de duplicación de datos en mi indexador de texto con Woosh.

  4. Uno de mis propósitos de año es dejar de usar los servicios de Google lo más posible. Uno de los primeros servicios a dejar de usar es Google Analytics, reemplazarlo por Piwik.

    Así que instalé Piwik en mi servidor y cambié el código JavaScript de Google Analytics por el de Piwik en mis plantillas.

  5. Por último, y dejando de lado mi blog, actualicé la versión de GeekLog en el sitio del Grupo Linuxero del Bajío. Para esto tuve que dejar de usar nuestra plantilla y usar la que trae por defecto, que no está mal.