mi blag

Ser escritor: día 28

Tiempo de lectura estimada: 2 minutos

Víctor Jáquez

Sigue lloviendo. Apenas el cielo dio un descanso a medio día, para continuar con sus subidas y bajadas de intensidad. Es increíble que el arroyo no se haya desbordado sobre nuestra finca aún. El municipio debió haber hecho un buen trabajo a la salida del humedal. Esperemos que siga así. Aunque ya Meteogalicia alerta que otro temporal reengancha, el jueves, con el actual. O sea, seguirá de la chingada por otra semana más.

El día tuvo la misma tónica de ayer: leer, aunque con menos sorpresas y transcribir a mano, a la inversa, el cuento del pozole, para enojarme más. Sus párrafos son muy largos, intentando emular a Proust. Craso error. Sin embargo, no puedo avanzar en el cuento actual. Increíblemente no encuentro el tiempo propicio para escribirlo. Necesito una revolución interior, rebelarme contra mis propias dudas e incertidumbres. Es momento de expulsarlo del cuerpo, ya luego se limpiará. Debo encañonar a las musas.

Leer Libre, de Lea Ypi, me hace pensar mi ucronía por escribir. Pensé en un paralelismo interesante: el 1994 mexicano fue el 1990 del los países de la esfera soviética en el este de Europa.

La actividad física del día fue cambiar las bombillas de afuera. Donde vivimos apenas hay una tímida farola que se descompone cada tanto, así que para ver si hay jabalíes en la puerta, dejamos encendidas las luces exteriores por la noche. Una bombilla se fundió hace dos días, así que hoy la cambiamos.

Farola

Farola.