18 December, 10:00pm
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Víctor JáquezConversaciones con F.
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Un mediodía en el mercado la Pulga, comiendo cualquier cosa, deleitándonos con las atractivas locatarias y parroquianas, le inquiero: "¿Qué prefieres, una chica voluptuosa y de buenas curvas, pero con poca o nula conversación, o una chica sin tantos atributos físicos, pero con una estupenda conversación?"
Rápidamente responde con aire de intelectual: "Fíjate que lo he pensado mucho. Yo creo que me iría por el paquete uno".
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En la cafetería de la oficina, tomando café, nos sorprendimos mucho al descubrir que el año fenecía con avidez, así que me permito cuestionarle: "¿Cuál fue tu obra culmen de este año? ¿Qué cosa realizada este año te hace sentir orgulloso?"
Deja su taza de café, se incorpora y me contesta marchándose: "Todavía quedan quince días. Deja y veo qué hago".
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En el departamento, el sábado, tomando las providencias debidas para salir a libar cerveza. F. nos platicaba, con sabrosos detalles, su accidente automotriz, lo mal que le había ido con el seguro, con el tránsito, las tranzas y las corruptelas habituales. Mientras me metía al baño le dijo con toda empatía: "Te ha ido bastante mal este año ¿no? para comenzar aceptaste tu actual empleo..."
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Al lado de la oficina, hay una casa usada como oficinas por, al parecer, unos abogados, quienes en su estacionamiento pueden observarse Hummers, BMW, Jaguars, y demás carro digno del proletariado. F. dice: "Pinches abogados, insisten en convencerme que me equivoqué de carrera".
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F.: "Ya lo pensé bien: no voy a ahorrar. ¿Para qué? ¿Para que otro cabrón se lo chingue?"
Yo: "O para que tu futura esposa se lo gaste con su amante... Sí, el ahorro es para perdedores..."