El significado en el trabajo

Vivimos en un mundo donde el capital ha luchado constantemente por debilitar el poder de la mano de obra, incrementando la productividad, eliminando el aspecto intelectual del empleo. Cuando vives en una sociedad así, surge la pregunta ¿cómo puede alguien tener cualquier tipo de significado en su vida, dado lo que hace en su lugar de trabajo? Por ejemplo, el 70% de la población de Estados Unidos detesta ir a trabajar o son totalmente indiferentes al trabajo que realizan. Si tal es el caso, surge otra pregunta ¿qué tipo de identidad pueden ellos asumir? Una de las respuestas está en el consumo. Entonces nos colocamos en medio de un consumismo sin sentido que intenta compensar la ausencia de significado en un mundo en el que hay pocos empleos significativos. Me irrita mucho escuchar a los políticos decir "tenemos que crear más empleo". ¿Pero, qué clase de empleos?

La alienación se origina, creo, del sentimiento de que tenemos la capacidad y el poder de ser alguien muy diferente de aquello que nuestras posibilidades definen. Entonces surge la pregunta, ¿hasta qué grado el poder político es susceptible a la creación de esas otras posibilidades? La gente se acerca a los partidos políticos y dice "No hay nada allí". Entonces hay una alienación del proceso político, expresado en el abstencionismo electoral, hay alienación en la cultura del consumo, que crea una añoranza por un tipo diferente de libertad. Las erupciones periódicas que observamos alrededor del mundo —El parque Gezi en Estambul, la protestas en Brasil, los disturbios en Londres en el 2011— plantean la pregunta si la alienación puede convertirse en una fuerza política positiva. Y la respuesta es sí, existe una posibilidad, pero no está dentro de los partidos políticos o los movimientos. Hemos visto elementos de ello en el movimiento Occupy o los Indignados en España, pero es efímero; no han fusionado en algo sustancial. Dicho esto, hay mucho fermentándose en los campos de la disidencia cultural; hay algo en movimiento allá fuera que es la fuente de alguna esperanza.

The contradictions of capitalism: an interview with David Harvey