The Communist Manifesto

  1. El capital. Crítica de la economía política: Antología. Karl Marx, César Rendueles (Selección y notas), Manuel Sacristán (traducción) (06/22/2013 - 01/26/2014)
  2. Teoría del cuerpo enamorado. Por una erótica solar. Michel Onfray. (01/26/2014 - 02/15/2014)
  3. The Communist Manifesto. Karl Marx & Friedrich Engels (02/16/2014 - 02/28/2014)

Es increíble como un pequeño breviario, escrito a finales del siglo XIX, sea de una preclara actualidad, y que provea más respuestas a nuestra realidad que docenas de economistas y políticos modernos.

A continuación transcribo algunas citas de los dos primeros capítulos del manifiesto. He de aclarar que bajé el texto del Proyecto Gutenberg y lo leí en inglés. Se trata de la versión inglesa de 1888, editada por Engels. Por tanto, las siguientes citas son de mi libre traducción.

Burguesía y proletarios

La historia de todas las sociedades hasta aquí existentes es la historia de la lucha de clases.

[La burguesía] ha reducido la valía personal a un valor de intercambio, y en lugar de la innumerable e inalienable cartografía de las libertades, ha erguido una sola e insensata libertad: El libre comercio.

La burguesía ha despojado de su halo cada ocupación hasta ahora honorable y de un asombro reverente. Ha convertido al médico, al abogado, al sacerdote, al poeta, al hombre de ciencia, en un trabajador asalariado.

La burguesía no puede existir sin revolucionar constantemente los medios de producción, y por tanto, las relaciones de producción, y con ellos, todas las relaciones sociales [generando crisis económicas y sociales].

[..] Durante estas crisis, una gran parte, no sólo de los productos existentes, sino también de las fuerzas productivas anteriormente creadas, son periódicamente destruidas. [..] La sociedad se encuentra a sí misma de vuelta a un estado de barbarie momentánea. [..] ¿y por qué? Porque hay mucha civilización, muchos medios de subsistencia, mucha industria, mucho comercio. [..] ¿Y cómo la burguesía supera estas crisis? Por una mano, con la destrucción forzada de una masa de fuerzas productivas; por la otra, por la conquista de nuevos mercados, además de una más vasta explotación de los mercados viejos.

[..] el proletariado, la clase trabajadora moderna [..], sólo vive mientras puede encontrar trabajo, y quien encuentra trabajo, sólo lo tiene mientras su trabajo incrementa el capital.

[..] el trabajo de los proletarios ha perdido todo su carácter individual, y consecuentemente, todo encanto para el trabajador. Éste se convierte en un apéndice de la máquina, y sólo la parte más simple, más monótona, y su habilidad más fácilmente adquirida, es la que se requiere de él.

La burguesía se encuentra a sí misma envuelta en una constante batalla. Primero contra la aristocracia, y luego, contra aquellas porciones de la burguesía misma, cuyos intereses se vuelven antagónicos [..] En todas estas batallas se ve obligada a acudir al proletariado, para pedir su ayuda, y por tanto, para arrastrarlo a la arena política. La burguesía misma, por tanto, provee al proletariado de sus propios medios de educación política y general, en otras palabras, provee al proletariado de las armas para pelear contra la burguesía.

La clase media baja, los pequeños manufactureros, los tenderos, los artesanos, los campesinos, todos ellos luchan contra los burgueses, para salvar de la extinción su existencia como fracciones de la clase media. Ellos por tanto no son revolucionarios, sino conservadores. Más aún, son reaccionarios, ya que intentar retroceder la rueda de la historia. [..]

La condición esencial para la existencia, y control de la clase burguesa, es la creación y aumento del capital; la condición para el capital es el trabajo asalariado. El trabajo asalariado descansa exclusivamente en la competencia entre los trabajadores.

Proletarios y comunistas

La característica distintiva del Comunismo no es la abolición de la propiedad en general, sino la abolición de la propiedad burguesa.

La propiedad [burguesa] está basada en el antagonismo del capital y el trabajo asalariado.

[..] El capital es un producto colectivo, y [..] sólo por la acción conjunta de todos los miembros de la sociedad, puede ser puesta en movimiento.

El capital, por tanto, no es un poder personal, sino uno social.

Por ningún motivo buscamos abolir la apropiación personal de los productos del trabajo, una apropiación hecha para la manutención y reproducción de la vida humana, y no deja plusvalor con el cual comandar el trabajo de otros. Todo con lo que queremos acabar es con el carácter miserable de esta apropiación, bajo la cual el trabajador vive solamente para incrementar el capital, y se le permite vivir sólo en tanto lo requieren los intereses de la clase dominante.

En la sociedad burguesa, el trabajo vivo es sólo una manera de incrementar el trabajo acumulado. En la sociedad Comunista, el trabajo acumulado es sólo una manera de ampliar, enriquecer, promover la existencia del trabajador.

[..] En la sociedad burguesa el capital es independiente y tiene individualidad, mientras que la persona es dependiente y no tiene individualidad.

¡Y la abolición de este estado de las cosas es llamado por la burguesía, la abolición de la individualidad y la libertad!

Te horrorizas ante nuestra intención de acabar con la propiedad privada. Pero en tu sociedad existente, la propiedad privada es ya inaccesible para nueve décimas de la población [..]

El Comunismo no priva a nadie del poder para apropiarse de los productos de la sociedad; todo lo que hace es privarlo del poder de subyugar el trabajo de otros por tales medios de apropiación.

¡Abolición de la familia! [..]

¡Y de tu educación! [..]

El burgués ve en su esposa un mero instrumento de producción [..]

Las ideas dominantes de cada era siempre han sido las ideas de la clase dominante.

Ahora dejaré de leer un rato estos temas y me inocularé un poco de arte, que buena falta le hace a mi organismo, de lo contrario enloqueceré debido a tanta mansedumbre y alienación.