terminaron los cursos de verano

Estoy en el campus en espera que transcurran las horas y poder tomar mi camión de regreso al terruño. Tal vez deba ir a la casa, hacer mi maleta y tomar la portátil para avanzar un poco en lo que tocan las 10 campanadas nocturnas.

Siento lástima por dejar Cuernavaca: los chicos de verano científico están aquí, y los dos chavos que decidieron unirse a mi proyecto (Player/Stage y exploración) están avanzando a pasos agigantados, cada día que pasa me enseñan avances sobresalientes. Siguiendo a este paso les daré mi tesis para que la hagan. También me gustaría avanzar por mi cuenta, tengo pendiente el controlador para el Nomadic Scout, ya que Player sólo tiene controladores por el Nomadic 200. Me gustaría, además, avanzar en el estado del arte.

Pero tengo que regresar. Debo hacer la moneda para pagar el chiste de la nueva portátil (Uma se llama). Pero sólo en pensar que debo resolver los mismos problemas, las mismas tonterías, me da mucha flojera. Creo que hacer dinero es para idiotas, que se aprovechan de gente más idiota. Pero también quiero hacer otras cosa: Ver a los cuates, ir a terapia (conocer la experiencia de ir con un psicólogo), aprender a manejar, escribir un artículo y un cuento que tengo en mente. Quiero también ir a las reuniones literarias de Herminio Martinez, ir a una reunión del glib; estar en casa y no preocuparse por prepararse el desayuno y no preocuparse por buscar qué comer...

Este sábado se casa Tomás. Ya estuvo suave con bodas. Ya no me parecen divertidas.

Espero regresar una semana antes de entrar a clases, y me gustaría que alguien de Celaya me acompañe para pasar un fin acá.