23 May, 3:38am

Primero Berto twitteó que iría al concierto de Lila Downs. Como no me sonó de nada no hice mayor caso. Ese día por la tarde, cuando finalmente me quité los audífonos de la orejas, escuché música que me resultaba muy familiar, música mexicana algo más estilizada de lo habitual, con toques de rhythm & blues. Cuando le pregunté quién interpretaba me confirmó que era ella y acordamos que también iría al concierto. Gracias Berto.

Luego llegó a mi un vago recuerdo de notas periodísticas culturales mínimas donde hacían alusión a Lila, pero no mucho más. Ahora lamento no haber sabido de ella antes.

Al día siguiente escuché por Spotify algunas de sus canciones. Canta canciones populares, no tan populares. Es decir, canciones que alguna vez como mexicano tienes que haber escuchado, pero que no forman parte del acerbo que todo mundo sabe al dedillo y repiten en cualquier lugar. Además la estiliza bastante. Por ejemplo, para mi escuchar a José Alfredo Jimenez, salvo el Jinete interpretado por Bunbury, siempre ha sido con mariachi en el mejor de los casos, o más comúnmente con la crudeza de una guitarra y una voz aguardentosa.

Pero Lila tiene un registro vocal impresionante, he interpreta las canciones con originalidad y maestría, además la banda que la acompaña parece más ensamble de jazz, que provoca una fusión muy agradable, de una estética más universal.

La escenografía contaba de un proyector que desplegaba imágenes alusivas a la pieza interpretada, muchas de esas imágenes eran escenas típicamente mexicanas: el mercado de Oaxaca, plazas, calles oscuras de pueblos inocentes, el sol que tanta luz da al país, los colores que se agolpan en los ojos. Aquellas imágenes bailando con la voz de Lila me embargaron de melancolía y orgullo.

Pero lo que más me gustó fue la reacción del público coruñés: bailando, aplaudiendo, sonriendo, con gritos de "Viva México" de cuando en cuando. Este es el México que me enorgullece, el que me agradezco me represente, muestra de nuestro bagaje cultural.

Lástima que nadie es profeta en su tierra.

Esta canción me recuerda mucho mi infancia ya que mi padre la repitió mucho una temporada, pero interpretada por Pedro Infante. Ahora cobra sentido.