5 August, 2:16am

Ayer, después del yoga, fui al concierto gratuito de Nena Daconte en la plaza de María Pita. Como bien apuntó Berto, la gente sólo fue para escuchar una canción e ignoraron el resto.

A mi me gustó el concierto, me agradó escuchar su interpretación de REM de It's the end of the world as we know it, entre otras. La voz de Nena me gustó hasta cuando hablaba, además de su actitud por sencilla y agradecida, a diferencia de tanta estrellita hipercrecida.

Pero lo que me pareció más interesante fueron los adolescentes que se congregaron: sus poses, sus despliegues grotescos de personalidad, sus exageradas expresiones de emotividad. Y yo me recuerdo que hasta hace poco era igual, donde una pose era primordial para sentirse bien con uno mismo. Bueno, además, sacando a relucir mi lado Humbert Humbert, las nínfulas congregadas también me dibujaron una sonrisa.