¿Qué hice este fin de semana?

Viernes

Mi prima Lizzy me había invitado a su fiesta que estaba organizando por dos motivos: su cumpleaños atrasado y su regreso de su viajecillo por Europa y Sudáfrica. Alan se apuntó también y nos fuimos.

A punto de subirme al taxi me di cuenta que traía puesta la playera al revés, pero qué más daba. Mi atuendo era una sutil playera color azul oscuro, de tela corriente, los pantalones negros con bolsas y mis zapatos cafés ya muy dañaditos.

Llegamos a la casa de mis tíos. En el jardín sólo estaban mi prima y dos de su amigas. Cuando mi prima me recibe con el reclamo: "¡Era de blanco y negro!" Sí, así como lo oyen, una fiesta black & white, temática, había que ir disfrazado, cuando desde primaria no iba a una fiesta de esas por considerarlas insulsas. Después llegó un amigo de ellas con su equipo de sonido (una laptop y bocinas) y unas varitas plásticas que al torcerlas se volvían fluorescentes de un color específico. También traía conectores para las varitas de manera que podías armar varias formas. A mi me gustaron e hize una corona con colores piscodélicos, la que no me quité sino hasta irnos.

Pero la gente que llegaba no iba conmigo, al menos no en ese momento. De los que tienen su mundo y los extraños difícilmente participan, y si participaban era por estar en su misma frecuencia. La mia no lo estaba. Así que preferí irme a la cocina de la casa de mis tíos donde estaban ellos. Ahí pasé el resto de la velada, viendo tele y discutiendo los estudios estadísticos de la pasada elección. Además bebí cerveza y jellyshoots de vodka, a pesar el estricto control que mi tía mantenía sobre el alcohol.

Sábado

Era la fiesta de Érica, la esposa de Arturo. En esta ocasión Alan se ahorcó. Érica y Arturo viven por el momento en Huinalá. Para los que no entiendan este hecho, se puede traducir en viven hasta casa de la chingada. Para no complicármela tomé un taxi. Cien pesos salió el viajecito. Ya ahí la cosa fue muy distinta a la fiesta pasada. Más relajado, gente común, trabajadora y, lamentablemente he decirlo, de mi edad, a diferencia de los de la velada anterior. Charlé más, bebí cerveza más relajadamente, hubo fritangas muy ricas, y aunque la música fue malona, la toleré gracias a la rica conversación que hubo. Primero platiqué con Orlando, el hermano de Arturo, y su novia. Cuando tuvieron que retirarse me pasé a la mesa de las amigas del trabajo de Érica. Todas trabajan en cervecería y retomamos el tema del momento: las elecciones. Sabrosa la charla. Hubo una chica, que lamentablemente no recuerdo su nombre, con quien platiqué más y luego se ofreció... no, no se ofreció, la obligaron prácticamente entre Érica y Arturo, a que diera un aventón al centro. Que en realidad no era desviarse mucho, porque ella debía ir a Cumbres (hasta la otra esquina del área metropolitana). Sin embargo muy amablemente me dejó a una cuadra de mi casa.

Domingo

Me fui a ver unos cortos del Festival Internacional de Cine en Monterrey. A unos no les entendí, otros me fascinaron.

Del DAOGen, pues prácticamente nada. Tengo ya la forma de extraer las funciones, pero me debato entre si cada función debe ser una clase o si una clase que albergue todas las funciones. El problema es la sobrecarga de funciones que permite PostgreSQL. En C++ podría sobrecargar funciones, más no clases. Por otro lado, cada día pienso que PGDBConn no debe ser singleton por aquello de la parametrización de la conexión.

No obstante, mientras fue la junta del Glib en Irapuato, yo me puse a actualizar el servidor, actualicé el geeklog y, ya encarrerado, actualicé el Jaws de mi blog. Mi laptop también tuvo su actualizada de Gnome.