Las venas

  1. La Tregua. Mario Benedetti (01/08/2013 - 01/12/2013)
  2. El país de uno. Denise Dresser (12/28/2012 - 02/17/2013)
  3. Nemesis. Philip Roth (02/17/2013 - 03/17/2013)
  4. Mi amor en vano. Soledad Puértolas (03/17/2013 - 04/01/2013)
  5. Las venas abiertas de América Latina. Eduardo Galeano (04/02/2013 - 05/26/2013)

Venas Abiertas de America Latina

Cuando era niño le pregunté a mis padres por qué México era más pobre que los Estados Unidos. Me explicaron que el calor hacía a la gente más perezosa y que en Europa y Estados Unidos, la gente es más trabajadora, logrando un mejor nivel de vida después de varias generaciones.

Mucho tiempo después, después de mucho adoctrinamiento, llegué a creer que lo que requeríamos era un golpe de estado al estilo chileno, para avanzar como sociedad.

Luego me percaté que todas esas respuestas eran simplemente negación y auto-engaño. Eran el resultado de años de propaganda oficial dentro de la clase media-alta mexicana, que finalmente se destilaba aún entre los que participaron en los movimientos juveniles de finales de los sesenta y principios de los setenta.

Y es precisamente durante este periodo que Eduardo Galeano escribió uno de sus libros insignia: Las venas abiertas de América Latina. Libro que fue prohibido, censurado, ignorado en gran parte de Latinoamérica. Basta decir que yo no conocí el libro sino hasta que me mudé a España.

Galeano reúne vasta evidencia documental sobre la hipótesis de una América explotada y exhibe dicha evidencia de manera brutal, sin fisuras aparentes.

La hipótesis principal gira alrededor de que América Latina, desde la conquista española, ha sido, es y será una colonia de las grandes potencias extranjeras. Primero lo fue la Corona Española; una vez consumadas su respectivas independencias, pasaron a ser colonias no-declaradas del Imperio Británico, y finalmente, somos el patio trasero de los Estados Unidos.

Como colonias, todos los latinoamericanos somos ciudadanos de segunda categoría, sin derecho a decidir qué hacer con nuestros recursos naturales, a aceptar empréstitos forzados para afincar una industria y banca extranjera, que se llevarán las ganancias de vuelta a Europa y Estados Unidos, dejando a su paso deuda insaldable y mano de obra exhausta.

En un inicio, las materias primas y su extracción, eran el principal objetivo de las potencias colonizadoras; agotadas éstas, tocó el turno a la mano de obra barata, sin especialización y sumisa. Y ahora, cada vez que una transnacional instala una fábrica de manufactura en nuestro territorio, debemos congratularnos y decir que el gobierno está haciendo bien las cosas.

¿Cómo puede ser un país próspero, si no se tiene control de sus propios recursos, si no se respeta su mercado interno ni a su población?