En 1947 Dylan Thomas escribió su famoso poema:

Tender is the night, escrita por F. Scott Fitzgerald y publicado 13 años antes del poema, es precisamente el rechazo a la advertencia de Thomas. No sólo es el descenso dócil a la buena noche, más aún es un caer tierno, suave, imperceptible.

De Fitzgerald sólo había leído El Gran Gatsby, por allá del 2009, en un libro de bolsillo que había comprado de segunda mano, de 1975 y cuyo traductor señala simplemente E. Piña. Es de esos libros de los cuales sólo recuerdo haber leído palabras y poco más. Más bien quedó la decepción. Esperaba la locura que prometía la película de DiCaprio, que ya sonaba en medios y no se estrenaría sino cuatro años después. Pero al ver la película, aborrecí la pésima elección del traductor para la muletilla de Gatsby, old sport, por camarada. Fue esa coletilla la que delató el origen humilde del protagonista, y usar camarada me resultó vil. Pero qué se podía esperar de Plaza y Janés, editorial española en las postrimerías del franquismo. Hasta en las traducciones se libra la batalla cultural.

Once años después me proponen leer la novela que el mismo Fitzgerald consideraba su mejor obra, así que decidí hacerlo en su inglés original. Me costó. A los pocos capítulos me encontré en la misma situación que con El Gran Gatsby: únicamente leía palabras, sin desarrollar ningún vínculo con los personajes, con una trama completamente ajena a mis circunstancias. Sin embargo, ahora, con más tablas, supe que debía acercarme al autor y a su obra, no directamente, sino desde la periferia.

Zelda Sayre y F. Scott Fitzgerald (Origen)

Lo primero es buscar en Youtube vídeos relacionados con la obra, así como cápsulas biográficas. Las escuchaba mientras lavaba trastes, tendía la ropa o pasaba la aspiradora. Luego las entradas en Wikipedia, principalmente sus referencias. Creo que esta es una manera de acercarse a los autores y pensadores más complejos, de soslayo, a partir de sus críticos. Uno no lee a Sócrates, lee lo que el pesado de Platón dice sobre él.

Las mejores referencias que encontré fueron las clases de la profesora Wai Chee Dimock en Yale:

A través de estas fuentes supe que Fitzgerald recogía episodios de su propia vida para hacerlos parte de sus obras. Es curioso que en inglés se utilice la palabra cannibalise para esto. Fitzgerald literaturizó su existencia: Zelda, su esposa, fue una rica heredera que padeció de esquizofrenia; así, Richard Diver, el protagonista, contrajo nupcias con Nicole Warren, hija menor de un millonario, a quien conoció internada en una clínica para enfermos mentales acaudalados, en los Alpes Suizos. Zelda y Scott vivieron entre la fama y la fortuna, llevando una vida de estrellato durante los alocados años 20s. Se ha llegado a decir, debido a que Zelda tenía dotes artísticos, que Scott plagió varios textos de ella para integrarlos a la novela.

La pareja Fitzgerald fueron el epíteto del Jazz Age. Pero cuando el dinero se acabó y Zelda ya no pudo estar con él, Scott, al igual que Dick Diver, se refugió en el alcoholismo, terminando sus días vendiendo cuentos y guiones de televisión para sobrevivir.

Fitzgerald creía que Tender is the Night sería la novela que lo salvaría de su desgracia económica y social, tal como lo hizo The Great Gatsby 10 años antes. Gracias a Gatsby, Fitzgerald obtuvo reconocimiento y dinero a manos llenas, pero también la atención de Zelda, quien ya lo había rechazado por no estar a su altura socio-económica. Sin embargo, Tender is the night resultó un fracaso editorial, hundiendo más a su autor.

Con los años, la novela ha retomado la estima de la crítica. Hoy en día se considera una obra superior a The Great Gatsby, tal como lo señalaba el mismo autor. Se barajan varias hipótesis para entender el fracaso en su momento, la más directa es que fue publicada durante la Gran Depresión, cuando la gente ya no quería saber nada de los excesos vividos la década anterior. Otra, que a mi me ha interesado, es la propuesta por Merry B. Loung, quien, haciendo un análisis desde la perspectiva de género, sugiere que la sociedad de aquella época rechazó la obra debido a la fortaleza de sus personajes femeninos. No estaba preparada para ellas. Muy al contrario de The Great Gatsby, donde las mujeres apenas son un pretexto ambiental para el hacer masculino, las mujeres en Tender is the night toman el control de sus vidas en la medida de sus posibilidades, y en el proceso el protagonista se hunde en la desgracia que él mismo cavó. Así, casi todo el libro tercero, está escrito desde la perspectiva de Nicole, mientras los dos primeros, desde la perspectiva de Dick.

La gran mayoría crecemos sin el privilegio del atractivo natural que otorga, sin esfuerzo, la atención y afecto de los demás, particularmente del sexo opuesto. Estamos, por tanto, obligados a desarrollar una independencia afectiva (y a veces debemos pedir ayuda para desarrollarla de manera sana). Este libro muestra la otra cara de la moneda, la de quienes nacen con estrella, con la admiración y el deseo de los demás en automático. Sin embargo, en cuanto pierden ese encanto, su vida torna inevitable caída.

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