Cuenta de los días

Escribir es práctica, como programar o el deporte. Si se abandona una temporada, retomarlo es difícil y frustrante. Ahora tengo unos días de vacaciones que quisiera aprovechar, no acumulando vivencias extraordinarias, sino lo contrario, privándome de ellas, meditar, hacer deporte sin agobiarme por el tiempo que exige, trocar la programación por escritura, volver a habitar las historias que desean volcarse en palabras. Cinco días no son muchos, y más saliendo de un fuerte resfriado, pero es lo que hay.

En ánimo de retomar la práctica de escribir, este blog es una estupenda excusa: El ejercicio de la cuenta de los días.

Hace unas semanas fue el concierto de Zaz en A Coruña. Teníamos entradas desde hacía meses. A Zaz la conocí en el taller de Dores, cuando dejó como deberes hacer un texto sobre un vídeo musical que nos gustara. Marta trabajó con el vídeo de Éblouie par la nuit y Zaz se volvió para mi una intérprete a seguir.

Y claro, en el concierto, grabé esa misma canción, cantando voz en cuello la estrofa à la prochaine station, petit Européen. Tras escuchar la canción la primera vez comencé a llamar europeitos a los colegas a manera de sorna.


Luego de muchos meses, con varios parones, terminé de leer La parte de Guermantes, el tercer volumen de A la busca del tiempo perdido. Muere la abuela del narrador, y sorprende que este, siendo de una personalidad afectada, emocional e introvertida, se limita a describir el comportamiento de los demás tras el fallecimiento de su querida abuela, sin que por él se quiebre nada. Luego está su relación con Albertine, de quien sólo parece querer sacar provecho carnal, juzgándola por lo demás de fea y tonta. Y finalmente el larguísimo apartado sobre la soireés en los salones de la aristocracia parisina, con engorrosas (aunque a veces eruditas) conversaciones de sobremesa.

Me llamó la atención cómo Napoleón desquició a Europa a múltiples niveles, como arrebatando títulos nobiliarios a sus antiguos portadores para cederlos a soldados y villanía preferida, causando grandes conflictos en la posterior Restauración. También el caso Dreyfuss fue motivo extenso en la obra; ese escándalo sí que dividió profundamente a la sociedad francesa, no las tonterías partidistas de ahora y que los timoratos mandan callar diciendo "no polaricen". Pero me hace pensar en el caso Ayotzinapa. ¿Dónde está el Zola a la mexicana que escriba el J'accuse...! señalando al Ejército mexicano de corrupción, colusión con el narco y asesinato de civiles y, ahora sí, un sólido grupo de abajofirmantes dispuestos a perder hasta la vida, no como los usuales cobardes, autoproclamados intelectuales, azuzadores de escándalos de lavadero.

Marcel Proust

Marcel Proust (fuente).


Fuimos al festival de Pardiñas, desde el viernes por la tarde que estuvimos de foliada entre bares y al día siguiente volvimos para el festival en sí, donde acampamos. Y mi cuerpo me lo reclamó toda la semana siguiente.

Para mi, lo más relevante fue descubrir la música de Guilhem Desq, intérprete también francés que toca la zanfona, instrumento popular durante el Renacimiento europeo, y que ahora se está rescatando.


Debido a mi proyecto de escritura, me inscribí al taller de Antropofagia y perspectivismo amerindio, impartido por Diego Singer, divulgador filosófico argentino a quien presto atención a todo lo que dice. El taller es a distancia y asíncrono. No participo mucho, me limito a escuchar las sesiones y a leer los libros obligatorios, que en esta ocasión fue Metafísicas caníbales de Eduardo Viveiros de Castro: Antropólogo brasileño, quien pone a dialogar a Lévi-Strauss, prácticamente el fundador de la antropología, con Deleuze y con Guattari, en particular con su obra Capitalismo y esquizofrenia, dibujando así una antropología post-estructuralista.

Terminé de leer el libro. Ha sido mi primera incursión por ésta disciplina, y me alegro de haberlo hecho. Ahora ya puedo dimensionar un poco más la extensión de mi ignorancia. Y es que no sabía absolutamente nada de lo que era la antropología y los problemas a los que se enfrenta.

Eduardo Viveiros de Castro

Eduardo Viveiros de Castro (fuente).