La comuna mexicana

Bruno Bosteels es catedrático de la Universidad de Columbia, Nueva York; nacido en Bélgica, alumno de Alain Badiou, y su trabajo ha girado alrededor de los movimientos sociales en la América hispanoparlante, en especial en México, dentro del enfoque de la tradición marxista francesa contemporánea (Badiou, Althusser, etc).

En el grupo de WhatsApp de los amigos de la prepa (o sea, amistad de larga data), en cierta conversación un amigo declaró, molesto por el inminente triunfo de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, que el marxismo y el socialismo son absolutamente ajenos a idiosincrasia mexicana. Sentí molestia con su aseveración, pero debido a que no fui capaz de dar una respuesta contundente, callé ante mi propia ignorancia ya que sólo intuía la falsedad. Tiempo después visité el Palacio Nacional y vi los murales de Diego Rivera, leí la historia del PCM, supe del gobernador socialista de Yucatán, Felipe Carillo Puerto; me enteré más a detalle de las luchas sociales en todo el país durante las décadas de los sesentas y ochentas, que influyeron grandemente en lo que después se convirtió en el EZLN. Mas entiendo nuestro desconocimiento, es una historia que se vela y se borra hasta llegar a conclusiones supinas como la de mi amigo. Así, un día, en una de mis visitas a Berbiriana, mi librería favorita de A Coruña, me topé con el libro de Bruno Bosteels, La comuna mexicana y lo compré, más que nada, para seguir rascándome esa potente frustración que dejó mi propio silencio.

Bruno Bosteels

Bruno Bosteels (Origen)


El argumento del libro gira alrededor de las siguientes tesis:

  1. Para el Marx maduro y posteriormente para los marxismos ortodoxos, la Comuna de París de 1871, es el modelo ideal para el surgimiento y organización de comunas en todo el mundo. Este modelo ha sido perjudicial para apreciar e impulsar movilizaciones que surgen en regiones con escaso desarrollo industrial.

  2. En México hay una tradición milenaria de comunas, desde los calpulli náhuatls, y estructuras similares entre purépechas, mayas y las diversas culturas oaxaqueñas, entendiendo comuna como la sublevación política de la comunidad. Sin embargo, estas comunas están fuera de la tradición eurocéntrica, por lo que nos se les ha considerado seriamente por la tradición marxista.

  3. Esta tradición comunal irrumpe una y otra vez en la historia de México para ser reprimida igualmente por el Estado. Esto yo lo encuadro en mi lectura actual de Proust: La memoria involuntaria es aquella que se presenta a través de las sensaciones y nos muestra el pasado en sí, no como algo que ya pasó y se fue, sino como algo inmanente al presente, que persiste y da forma a nuestra compresión de la realidad. Así, dadas las condiciones objetivas, la subjetividad mexicana revive ese estar en el mundo a través de lo comunal.

    Ejemplos de estos resurgimientos en el México capitalista desde Porfirio Díaz son:

    1. La comuna de Topolobampo (1872-1893): organizada por el utopista gringo Albert K. Owen.
    2. La comuna de Morelos (1914-1915): surgida tras el Plan de Ayala con Emiliano Zapata.
    3. La comuna de Acapulco (1919-1923): encabezada por el sindicalista Juan R. Escudero, el alcalde rojo de Acapulco.
    4. La comuna de Morelos (1934-1962): organizada por el líder campesino Rubén Jaramillo.
    5. Los caracoles en Chiapas (1994-): surgidos tras la declaración de guerra del EZLN.
    6. La comuna de Oaxaca (1996-): representada y articulada a través de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca).
    7. La comuna de Cherán K'eri (2011-): organización del pueblo de Cherán para defender sus bosques del crimen organizado donde el Estado Mexicano es juez y parte.
  4. Althusser argumentaba de la ruptura epistemológica entre un Marx joven, humanista y entusiasta, un Marx madura, científico y riguroso. Bosteels parece aquí argumentar que hay un tercer Marx, el viejo, interesado en la etnología, quien escribió la famosa carta a Vera Zasulich, donde hay otra posible ruptura epistemológica: el cientificismo del Marx maduro da paso a otro que ve la historia como un proceso abierto, no etapista, donde el pasado está en el presente y que otras culturas, antes de ser invadidas por el capitalismo, pueden enseñarnos mucho sobre la organización social con otras lógicas.

Mucho de esta obra se basa en el libro La revolución interrumpida, de Adolfo Gilly, que habrá que agregarlo en la lista de libros por leer.

Por último, Bosteels menciona algunos documentales sobre algunas comunas mexicanas contemporáneas:

Oaxaca, el poder de la comuna (2006)


La comuna de Cherán (2012)


Tierra y libertad, Monterrey (1978)