MMXXIV

¿Qué rescatar del 2023 con palabras? ¿Qué recuerdos cristalizados deben ocupar este espacio?

Vayamos por las simples enumeraciones:

Las entradas en mi blog, escritas este año, más visitadas fueron:

Comparadas con la entrada más visitada del año, La relación sujeto-objeto con 4203 visitas, han tenido una recepción modesta. He aceptado con la edad que lo que me resulta interesante, posiblemente no lo es para la mayoría, y puede ser un buen augurio, ya que bien podría estar adelantándome al Geistes, o tal vez que sea yo un mero incordio. Además, un tema de interés personal jamás competirá con una tarea escolar, como apunta a ser el motivo de la popularidad de dicha entrada.

Leí 26 libros, repitiendo mi número máximo de lecturas del 2007. Me deja satisfecho preguntándome también si podría llegar a batirlo. Por lo pronto, en esta primera semana, no estoy haciendo nada para lograrlo. He decidido llevar los últimos y primeros días del año con perezosa tranquilidad, es decir, estrictas vacaciones.

He logrado dicho récord de lecturas gracias a la rutina de levantarme a las cinco de la mañana. A decir verdad, me despierto a esa hora con la intención de escribir, pero es demasiado exigente, así que negocio conmigo mismo y trueco por la lectura, en el mejor de los casos. Además, la mayoría de estos libros cumplen un propósito dentro del proyecto literario al que me he comprometido: escribir ficción lo mejor que me sea posible. Y para hacerlo estoy convencido de que debo leer mucho, lo más granado de la humanidad. Son debatibles los baremos para seleccionar, pero confío en que los diferentes cánones literarios nos dan una aceptable guía. Continué con À la recherche du temps perdu, terminando el segundo volumen de la hermosa edición de Valdemar. Me quedan las últimas mil páginas del tercer volumen (la prisionera, la fugitiva y tiempo recobrado), para luego continuar con la otra cima del modernismo del siglo veinte: el Ulises de Joyce. Entre medias, he leído ciencia ficción y lo pedido por Dores durante el obradoiro de narrativa. También me empeñé en varios títulos como soporte para mi actual proyecto concreto de escritura, a desvelar, un compendio de cuentos con una libre interpretación de la mitología y panteón Mexica en la actualidad. Libros como La comuna mexicana, Quince poetas del mundo náhuatl y Xipe Tótec. Pero además, me inscribí al taller a distancia de Diego Singer, Antropofagia y perspectivismo amerindio, donde leímos, entre otros, el maravilloso texto de Eduardo Viveiros de Castro: Metafísicas caníbales. Así, este año logré escribir dos cuentos, de los cuales me gustan su temática y trasfondo filosófico, aunque no estoy satisfecho con su calidad literaria, ni con que haya solamente escrito dos. Aunque ya tengo los fundamentos narrativos para el siguiente.


También viajamos un poco. No somos viajantes, no tenemos aspiraciones nómadas, mucho menos ahora que habitamos una casa en una aldea con (recién) dos perros y una huerta. Pero aún así viajamos y eso merece su recuerdo.

Calafell

Iniciamos el año, cómo no, con el piquete cubano en Calafell.


Munich

Volví a visitar Munich en febrero por motivos laborales.


Gotemburgo

En abril volamos a Gotemburgo para visitar la familia de Aurora y Norberto, quienes nos recibieron con generosidad.


Isla de Ons

Acampamos varios días en la isla de Ons, en julio.


Ciudad de México

Y por supuesto, volamos a México en octubre, donde vimos a la familia y amigos, e hicimos un recorrido por Ciudad de México, Celaya, Guanajuato y Oaxaca.


También tuvimos la fortuna de recibir visitas. Primero, la amiga de Paula, que sí es viajera profesional, Sisu, en julio; luego Cintia, Maykel, y sus hijos, Enric y Guille, en agosto; y por último Alejandra, en noviembre.

Recibir visitas implica una ruptura de las rutinas que van osificando la convivencia. También visibilizar cosas importantes que damos por hechas, tal como cierta comunicación, además de ejercitar la apertura, aceptar que se pueden hacer cosas diferentes y de diferente manera, y sobre todo ser generosos, dar lo mejor para que los huéspedes se sientan cómodos y relajados. Y tener oportunidad de todo esto es un regalo que agradecemos.


En agosto, Paula y yo nos casamos por el civil. Los motivos fueron, de manera práctica, la protección que otorga el Estado; de manera más próxima, por el descuento familiar para el uso de la piscina municipal. Y si ya cumplimos con la convivencia estable, el resto es papeleo. Todo esto me hace pensar en las otras formas de organización social que no cuentan, en muchos lugares, con la protección Estatal, tal como familias no nucleares, tanto mono o multi parentales, por ejemplo; o como aquellas que no acatan el mandato heterosexual. Toda forma de unión estable debería estar reconocida y protegida por el Estado. Y no es que yo crea en la necesidad de Estado, es más, creo que debemos superar dicho concepto; pero por ahora, mientras no haya una liberación de las cadenas del sistema económico, el Estado es indispensable para contener, de perdida, la inequidad material y de poder social.

Paula y yo

Año nuevo en la casa rural de Valeixe.


En cuanto a lo profesional mi trabajo giró alrededor de GStreamer. Principalmente sobre soporte a las extensiones de vídeo de Vulkan, aunque también dediqué bastante al mantenimiento del soporte de VA-API, entre otras diversas tareas, además de la demandante organización de la Conferencia de GStreamer en A Coruña. Alguna semana ayudé con la multimedia de Servo y de WPE. Me anotaré (otra vez) el propósito de escribir más sobre mis actividades laborales, ahora que he migrado mi blog de Igalia a Eleventy, un generador de sitios estáticos escrito en JavaScript, más relajado que con WordPress. No soy fan de JavaScript, pero lo que aprendí con la migración me impresionó.

Mi trabajo en Vulkan ha sido un reto constante. Desde la especificación hasta la implementación multi-plataforma, el debugging de múltiples drivers, tanto propietarios como libres, la colaboración entre empresas grandes (NVIDIA, Intel, AMD), medianas (Igalia, Collabora, Rastergrid), proyectos de software libre (FFmpeg, GStreamer) y programadores que representan a estas organizaciones, tan talentosos, obligan a la humildad y al esfuerzo constante, que, dicho sea de paso, resbala fácilmente al burnout.


En diciembre, Paula se empecinó en que Cuate tuviera compañía, por tanto, que cuidáramos de otro perro. Así llegó Killa.

Cuate y Killa

Cuate y Killa.


Y hubo mucho más durante el 2023, tal vez más importante de lo aquí mencionado, ya olvidado u omitido. Pero en suma fue un buen año en nuestra ínfima parte del mundo. Fuimos afortunados. Ahora veremos qué sigue, a sabiendas de que el horror de la guerra, la injusticia, la muerte y la violencia nos rodea y exige que los encaremos.